Sinopsis oficial
En el año 2000, Nevenka Fernández, de 24 años, concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada, sufre una persecución implacable, tanto sentimental como profesional, por parte del alcalde, un hombre acostumbrado a hacer su voluntad en lo político y en lo personal. Nevenka decide denunciar, aunque sabe que deberá pagar un precio muy alto: su entorno no la apoya, la sociedad de Ponferrada le da la espalda y los medios la someten a un juicio público.
Su caso inicia en España el movimiento #metoo mucho antes de que se invente el término. Una historia inspirada en hechos reales que convierte a su protagonista en una pionera al llevar por primera vez a un político influyente y popular ante los tribunales por acoso sexual y laboral.
La crítica -
Por Juana Samanes
Se considera el primer caso en España de una condena a un político por acoso. Se trata de la historia real de Nevenka Fernández, de 24 años y concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada, quien sufrió, en el año 2000, una persecución tanto en lo sentimental como en lo profesional por parte del alcalde de la Corporación, miembro de su grupo municipal. Al denunciarlo se vió envuelta en un caso mediático donde sufrió de un juicio público al llevar por primera vez a un político influyente, y muy popular, ante los tribunales por acoso sexual y laboral.
La solvente directora Iciar Bollaín traslada a imágenes esos hechos reales al mismo tiempo que los responsables de la película hablan del primer caso del que luego se denominaría en EEUU el movimiento #metoo. El tema de la violencia de sexos es un asunto que preocupa a Bollaín si tenemos en cuenta que ya lo abordó, en el 2003, en Te doy mis ojos. Como en aquella, sabe describir, con el pulso adecuado, lo que supone el sometimiento de un ser humano por otro, cosificándole como si fuera propiedad suya. Las imágenes que vemos en pantalla impresionan porque aquí el poder político se utilizó para amedrentar no solo a una joven inexperta sino también a todo su entorno familiar y, lo que es más grave, el silencio cómplice y la falta de solidaridad que encontró Nevenka en su grupo parlamentario, temerosos de perder las prebendas asociadas con el cargo de ser concejales del Ayuntamiento.
Bollaín es buena directora de actores, de ahí que una historia apoyada en la verosimilitud de las interpretaciones era fundamental, a este respecto están fantásticos y convincentes en sus papeles Mireia Oriol y Urko Olazabal. La primera aportando los registros necesarios sobre una mujer que pasó por los diversos estados derivados de una situación crítica de acoso como la ansiedad, el miedo y el nerviosismo. En cuanto a Urko, está super creíble encarnando a un hombre prepotente convencido de que era inamovible en el poder y que no tenía límites en su desempeño. Un "monstruo" cotidiano con piel de político popular pero en sus tareas muy chanchullero.
La película está basada en el libro de Juan José Millas: "Hay algo que no es como me dicen".