El portavoz de Cs, Julio Comendador, ha propuesto a la Diputación la puesta en marcha de una escuela taller de formación sobre el Damasquinado de Toledo, así como que el pleno de la Corporación provincial inste a la Junta la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de un arte «que forma parte de la esencia de Toledo».
Comendador, que se reunió con Mariano San Félix en su taller, se ha hecho eco de las demandas del maestro damasquinador, quien impulsó una Fundación en 2019 para alertar del peligro de desaparición de un arte milenario, debido, entre otros motivos, a la ausencia de planes de formación y de profesorado experto, así como a la falta de implicación de las administraciones.
Además de impulsar una escuela taller, que forme a futuros damasquinadores, San Félix y la Fundación que encabeza, pretenden establecer una exposición permanente donde mostrar un arte que va estrechamente unido a Toledo, con la intención también de que los visitantes aprendan a distinguir las piezas hechas a mano de las industriales.
Comendador mostraba su apoyo incondicional al Damasquinado «sin el cual no se entiende Toledo» y, en este sentido, propondrá, en el próximo pleno de la Diputación, que la Corporación provincial retome su taller formativo, del que en los años noventa fue maestro el propio Mariano San Félix, con el fin de que salgan nuevos profesionales de un oficio en riesgo de desaparecer.
El portavoz de Cs también pedirá que uno de los edificios que la Diputación mantiene abandonados, se rehabilite para acoger la exposición permanente que reclama la Fundación del Damasquinado de Toledo, «un arte tan nuestro merece un espacio en el corazón de la ciudad, en un lugar emblemático, como puede ser el inmueble ubicado en Abdón de Paz, según demandan los propios patronos de la Fundación».
Por otro lado, Comendador solicitará a la Diputación que inste a la Junta a declarar el Damasquinado de Toledo Bien de Interés Cultural (BIC) «cuanto antes, para aumentar su protección. Desde las administraciones tenemos la obligación no solo de evitar que se pierda, sino de hacerlo revivir, como una oportunidad para que los jóvenes descubran este oficio y puedan transmitirlo a futuras generaciones».