El atleta y entrenador talaverano, Antonio Núñez, considera que el encierro que conlleva el estado de alarma sanitaria «es una situación un poco inverosímil para todo deportista y para la población en general».
Así lo ha puesto de relieve en declaraciones realizadas a este periódico. A este respecto ha manifestado que este confinamiento en las casas «es, si cabe, un puntito más extraño en un deportistas». Y es que, como está claro, «tu cuerpo está acostumbrado a realizar ejercicio físico durante una hora y media o dos al día y se lo cortas de raíz, pero no por una lesión o por causa de fuerza mayor».
Es un hecho que al no poder entrenar al mismo ritmo o intensidad, «al principio el cuerpo lo extraña mucho, pero luego todo es acostumbrarse». En este punto, el atleta talaverano incide especialmente en el aspecto psicológico: «Nos debemos mentalizar de que vamos a estar un tiempo sin salir a correr y nos tenemos que predisponer a realizar otro tipo de actividades que nos sirvan para complementar lo que no se hace al aire libre».
Hay quienes plantean que el deportista al tratarse de un profesional, podría permitírsele ejercer su labor al igual que en otros trabajos en este estado de alarma. Para Núñez, «es una situación un poco complicada porque el deportista en teoría puede salir a entrenar porque está activo, no tiene ningún problema físico, ni ninguna dolencia, pero por el estado de alarma sanitaria no se nos permite. Además, es una pandemia mundial».
Por todo lo anteriormente referido, no hay duda de que el aspecto psicológico es fundamental para afrontar el encierro: « Tu mente debe resetearse y darse cuenta de que se encuentra en una situación distinta a la que estamos acostumbrados».
Precisamente, recuerda que en su caso «llevo prácticamente veinte años sin parar de correr; entonces estar ahora 15 días mínimo, y es probable que puedan ser más, sin hacer una actividad de correr, aunque hagas abdominales o circuitos, tu cuerpo evidentemente se va a sentir extraño y raro porque tiene una rutina incluso a nivel hormonal».
Núñez recalca por ello que «la parte psicológica es importante». En este sentido, es trascendental, «hacerte cuanto antes a la idea de la nueva situación y de buscar alternativas para perder lo mínimo posible en cuanto a la tonificación».
A pesar de que «en casa intento estar lo más activo posible», es consciente de que «la forma física la voy a perder, pero ya contábamos con ello». Aunque explica que «dentro de esa pérdida, hay que intentar que las articulaciones y, sobre todo, la musculatura sigan fortalecidas para cuando se vuelva a la actividad porque es importante para evitar lesiones a posteriori».
En definitiva, «es una situación inverosímil, pero hay que tener también cabeza para hacer una lectura correcta de una situación que nos ha pillado a todos por sorpresa». Aunque, desde luego, «ahora lo más importante es la epidemia».
En cuanto a su faceta de entrenador, recuerda que «tenía preparados los entrenamientos de todos los atletas como una semana normal y mi primera reacción con el estado de alarma fue enviar un correo a cada uno de ellos comunicando la suspensión temporal de los entrenamientos». Entiende que además de por la prohibición, «por civismo, por moralidad, por solidaridad y por ética no podía seguir con la actividad como entrenador, además por una cuestión de salud pública».
En otro orden de cosas, Antonio Núñez se ha pronunciado sobre los Juegos Olímpicos y considera que «lo más sensato sería que los aplazaran, nunca suspender, igual que ha hecho la UEFA con la Eurocopa». Considera que es lo más conveniente «por el bien de todos y por la tranquilidad de muchos deportistas olímpicos que ahora mismo no pueden entrenar». Además de que los españoles no están ahora mismo en igualdad de condiciones con los de otros países, lo que implica «una cuestión psicológica para un deportista que afronta la cita más importante de su carrera y no va a llegar preparado».