Una investigación de la Universitat de València (UV) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que ciertos antibióticos pueden impedir la entrada del SARS-CoV-2 en las células. Se trata de antibióticos macrólidos (utilizados en infecciones de las vías respiratorias), entre los que se encuentran la claritromicina y la azitromicina. Este último figura, junto con los antihistamínicos, como base del tratamiento usado por los doctores del centro de salud de Yepes desde marzo de 2020 y publicado en enero en una revista internacional. «Es un espaldarazo, un apoyo a la teoría de tratamientos alternativos de bajo coste», indicó ayer a este diario el doctor Ignacio Morán, autor principal del estudio en las residencias de mayores de Yepes y Huerta de Valdecarábanos.
El trabajo del grupo Unidad de Diseño de Fármacos y Topología Molecular de la Universitat de Valencia y liderado por el catedrático de Química Física Jorge Gálvez, se ha publicado en la revista norteamericana Journal of Chemical Information and Modeling.
El grupo ya publicó de manera pionera un artículo en marzo del 2020, en el que se proponían dichos antibióticos como fármacos que podrían ser empleados para tratar la Covid-19, aunque dicha predicción estaba basada solo en cálculos teóricos computacionales.
Ahora, en colaboración con investigadores del Centro Nacional de Biotecnología, del CSIC, han demostrado con su estudio que estos antibióticos son capaces de impedir ‘in vitro’ la entrada del virus por medio de la desactivación de la conocida proteína espiga (spike-protein).
De los antibióticos identificados por la Unidad de Diseño de Fármacos y Topología Molecular de la Universitat de València, uno de ellos (la azitromicina) forma parte de la lista de medicamentos considerados esenciales por el Ministerio de Sanidad en la gestión de la crisis sanitaria por la Covid-19.
Otro de ellos, la claritromicina, tiene programado un ensayo clínico dirigido por el Hospital Clínico de San Carlos de Madrid, cuyo inicio se espera en breve con pacientes Covid de 20 centros de atención primaria de la Seguridad Social.
Los experimentos de infección demostraron que la azitromicina, claritromicina y lexitromicina reducen la acumulación intracelular de ARN viral y la propagación del virus, así como previenen la muerte celular inducida por el virus, al inhibir la entrada del SARS-CoV-2 en las células.