Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


De cine

19/01/2023

Castilla-La Mancha ha acudido a Fitur con un pabellón que muestra una gran sala de cine donde se proyectan varias películas. La idea central es un viaje por la región con Tere y Luisa de protagonistas, como recuerdo de las míticas Thelma & Louise. Yo las hubiera llamado incluso Mari Tere y Luisi, que son más de andar por casa. La Mancha es lo que tiene y aquello que no hemos descubierto ni nosotros mismos. Nuestro tesoro es la forma de ser, cómo hacemos las cosas, la humildad que llevamos cosida entre las manos. No nos damos importancia, me dijo un paisano de Valdepeñas ayer… Y en cierto modo tiene razón. Pero ahí también está el encanto. El encanto de saber que aquí te tratarán siempre con respeto, humildad y cariño, dándote lo mejor que tenemos, que es mucho, y considerándote como uno más de la familia. La Meseta es eso y la llanura también. Lo ancho del horizonte no basta para atrapar el beso infinito que se dan la tierra y el cielo al final de sus días.
Los Reyes de España vinieron al stand de Castilla-La Mancha y se pararon con los cocineros de la región. Adolfo Muñoz los llamó y Su Majestad cogió el guante. Detrás, Letizia preguntó incluso por las judías con perdiz. No hay que olvidar que los dos iniciaron su viaje de novios en Cuenca, la gran ciudad que estrena capitalidad gastronómica y, sin duda, se convertirá en el sitio de moda. Este año hay que viajar a Cuenca varias veces; pero, sobre todo, en primavera y otoño que es cuando luce como una novia recién lavada. Alfonso VIII dejó el pendón en lo alto de Mangana y desde allí irradia la luz que luego se vierte en resoli y morteruelo. Este año es el de los zarajos, para quien no los haya probado nunca. Y también del atascaburras… La cuchara de Cuenca abre al mundo sus sabores en forma de hoces y níscalos y se transforma durante abril en la más hermosa de las noches nazarenas. El Veintitrés es su año y ha de aprovecharlo. Ángel Millán, de la Ponderosa, una de las barras míticas de España, me lo tiene dicho: «Javier, hay que hacer las cosas bien y ganamos todos». Seguro que Cuenca lo hará.
Y el resto de la región está de dulce y caramelo. Ha descubierto en el turismo un filón que no se agota y se renueva cada año. El equipo de Patricia Franco, con Ana Isabel Fernández Samper a la cabeza, vuelve a alcanzar la excelencia. Son tantos fitures que ya ni se acuerdan. Pero llevan en la cabeza las promociones, los artesanos, los hosteleros… Esos que siempre responden cuando se les llama. El olor del stand de Castilla-La Mancha era a palomitas de maíz, ya que no hay cine sin palomitas. Con una máquina vintage que varios jóvenes manejaban a la perfección. Una chica me dijo que era de Yuncos y le hacía mucha ilusión trabajar allí, defendiendo su tierra. Eso es lo que poco a poco hemos ido haciendo, región, sentimiento, pertenencia.
Huyo de nacionalismos y exaltaciones patrias sin fundamento, pero en pocos sitios se puede comer y beber tan delicadamente como en la región. La sombra del Quijote es alargada y los sabores de Sancho, infinitos. Cada cocina tiene su aquel, pero aquí ya hemos sabido marcar la senda y transitar un camino de excelencia. Los broches gastronómicos que el otro día entregó la Academia en Casas de Lázaro así también lo muestran. Fitur bien vale una misa e incluso una ciática sobrevenida. Aunque fuera a la pata coja, yo recorrería cada palmo de esta región hasta quedar fundido entre los trigos que duermen la llanura y soñar de nuevo la tierra en que mis padres me nacieron.