La falta de personal en los juzgados es un hecho conocido y sale a la luz cada vez que tiene ocasión, pero las carencias que sufre la Oficina de Atención a las Víctimas de Toledo, una de las cinco que se mantienen en Castilla-La Mancha, suelen pasar desapercibidas, pero han llamado la atención a la Fiscalía General del Estado, que ha incluido en su memoria anual presentada recientemente, relativa a 2020, un párrafo que subraya «la escasa dotación de personal» en este servicio y añade «la importante función que realiza la psicóloga adscrita, que lleva a cabo muchas funciones que exceden de su cargo pero las realiza en apoyo a la víctima».
El documento no añade más, pero tres o cuatro líneas bastan para retratar el día a día el sobreesfuerzo de un servicio que atiende, informa, asesora, ayuda y realiza tareas administrativas, todo ello orientado a «restaurar la situación en la que se encontraba la víctima antes de ser víctima de un delito».
La Fiscalía General del Estado no es la única que hace referencia a la problemática de la Oficina de Atención a las Víctimas de Delito de Toledo, que buena parte de su actividad está ligada a la violencia de género, también la memoria del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha incide en la sobrecarga, sobre todo, desde que se elevó a rango de ley la protección integral de las víctimas tras la promulgación del Estatuto de la Víctima, «que contiene un conjunto armónico de derechos y garantías en cuya efectividad cobra las oficinas un cometido esencial».
Por tanto, en la memoria del TSJ se subraya en rojo la necesidad de aumentar el personal porque el servicio conjuga el trabajo administrativo y el asistencial de tal forma que ambas tareas «sean complementarias y permanentes». Por tanto, el alto tribunal recomienda incorporar un funcionario más del Cuerpo de Tramitación Procesal en Toledo, pero también en el resto de capitales de Castilla-La Mancha. Además, solicita al Ministerio de Justicia que se cubran las bajas de los funcionarios, sobre todo, cuando son «de larga duración».
En las memorias judiciales los datos suelen ser sumamente valiosos para ilustrar la intensa actividad judicial en un año. En este sentido, es necesario resaltar que la Oficina de Atención a la Víctima de Toledo contó con 1.333 nuevos casos el año pasado, una cifra que indica la intensa labor que lleva a cabo y va creciendo cada año y la carga de trabajo que mantiene este servicio en Toledo comparado con los del resto de capitales de la región, ya que Toledo asumió un 53% más de atenciones que en Guadalajara, la segunda oficina con mayor actividad.
Si bien, resulta más significativo incluso el ritmo de trabajo de este servicio en Toledo en los últimos años, puesto que desde 2018 el número de casos se ha disparado un 238% y ha colocado a esta oficina como la más solicitada de las cinco que mantiene Castilla-La Mancha, cuando hace tres años era Ciudad Real la que se encontraba en esta situación.
ni una palabra. De la memoria del TSJ llama la atención que no añada la problemática que está sufriendo la psicóloga encargada al asumir más tareas de las oportunas, tal y como se refleja en la memoria de la Fiscalía General del Estado. En esta ocasión, no se ha hecho eco de la situación, pero en el año 2018 sí solicitó mejoras para el servicio de psicólogo, prestado a través de un convenio con el Colegio de Psicólogos.
En ese mismo año, también se hizo eco de un proyecto novedoso que podría cuajar a la perfección en esta oficina relacionado con un servicio virtual para facilitar la atención por internet y por videoconferencia», pero el tema se quedó ahí y no se ha vuelto a poner de manifiesto en ninguna memoria.