Hay pocas buenas noticias para el Tajo, más allá de la movilización que Toledo está teniendo en torno al 50 aniversario de la prohibición del baño, que no es poco. Con motivo de esa maldita efemérides, volvieron las concentraciones justo hace un mes en la Cava para reivindicar un Tajo limpio, con caudal y vivo; y la idea es que vuelvan a desarrollarse de nuevo cada día 19, tras los dos años de parón obligado por la pandemia.
Cincuenta años y un mes después, ayer se desarrollaba una nueva concentración de la mano de la Plataforma de Toledo en defensa del Tajo, un encuentro convocado con tres hashtag, como son Tajovivo, Trasvaseno y Tuberíamanchegano. De la mano del último llegaba otra mala noticia para el río.
Porque, ha explicado el portavoz de la Plataforma, Alejandro Cano, el nuevo Plan de Cuenca, que sigue sin publicarse «por la experiencia que hemos tenido en estos dos años de trabajo y planificación, no hay nada nuevo, es más de lo mismo con otras palabras, mucha continuidad». La novedad viene por el hecho de que «hasta ahora hablábamos del trasvase Tajo-Segura y a partir de ahora tenemos que hablar claramente del trasvase Tajo-Segura-Guadiana».
Se refiere a la denominada como Tubería Manchega, «un eufemismo para que no lo metamos en el mismo saco, pero sigue siendo un trasvase de una cuenca a otra externa». Aunque la infraestructura lleva hecha desde hace tiempo, la explotación es ahora cuando va a empezar a tomar más cuerpo «y desgraciadamente, eso no va a mejorar el Tajo, lo que va a ser es cambiar el saqueo que produce una cuenca, por el saqueo que produce otra, pero a fin de cuentas, vamos a seguir con el Tajo secado prácticamente desde la cabecera».
Ahora se prevén trasvases frecuentes, «cuando lo que está ocurriendo es prácticamente lo mismo que en Murcia, en La Mancha se están sobrexplotando los acuífero, el nivel freático baja y las Tablas se quedan secas, aparecen turberas que terminan incendiándose». El problema es que se pretende que Castilla-La Mancha sea la bodega del mundo, igual que Murcia quiere ser la huerta de España. Pero «todo es a costa de recursos que no tienes».
No le sirve a la Plataforma la excusa de abastecer de agua potable a las poblaciones, porque el abastecimiento humano está por encima de todo. «La gente en sus cuencas tiene agua para beber, porque como es prioritario, antes hay que beber y después regar. Pero se esta haciendo lo contrario, y se dice que hay pueblos que no tienen agua, cuando lo que no se concibe es que sí tengan para el regadío y no para beber». Es siempre un pretexto «para llevarse agua para regar y para sostener algo insostenible, como la sobrexplotación de recursos subterráneos, absolutamente esquilmados».
Pequeños avances. En lo que a la depuración de Tajo se refiere, cuestión que contemplará el nuevo Plan de Cuenca, «es cuestión de ponerse las pilas, de poner mucha más inversión, lo que es una cuestión a medio plazo, por lo menos». Sí se están haciendo «cositas», reconoce Cano, pero lamentablemente no lo vamos a notar a corto plazo todavía.
La Plataforma continúa reivindicando políticas «más valientes y comprometidas con el agua para recuperar el río». La única novedad importante en lo positivo que destaca es que España se encuentra en el puesto número uno de Europa en cuanto a restauración de ríos por la demolición de obstáculos pluviales, como presas y azudes. La Plataforma está luchando por acabar con tres presas y tres presas e hidroeléctricas en el alto Tajo. Ahora, «por fin se van a demoler, y se va a conseguir que, por fin, el río fluya y se recupere un espacio fluvial, que si bien no estaba mal conservado, al ser la parte más alta, sí estaba perjudicado por esas infraestructuras». Ahora habrá un tramo de río más conservado y naturalizado.
Luego está, eso sí, la sociedad toledana, que en los últimos diez o quince años, merced también a la victoria en algunas victorias, está abandonando el escepticismos y abonándose a la esperanza por recuperar el Tajo, «otra cosa es que las queramos a corto o largo plazo».