La mortalidad por coronavirus lleva nueve días a cero en la provincia de Toledo. Hay que remontarse más de un año atrás en el tiempo para encontrar un registro similar, casi inédito desde que comenzó la pandemia, y que demuestra que la campaña de vacunación está haciendo su efecto.

Desde el viernes 25 de junio no se produce una defunción en Toledo a consecuencia del virus, una dinámica que contrasta con la tónica habitual de la pandemia en la provincia, ya que ha sido la zona de Castilla-La Mancha más castigada.

En la región tampoco hay que lamentar muertes en las últimas 24 horas, por lo que se acumulan también cinco días sin víctimas por Covid-19.

El número acumulado de fallecidos desde el inicio de la pandemia es de 6.070 en toda Castilla-La Mancha. Por provincias, Toledo registra 2.284 fallecidos, Ciudad Real 1.731, Albacete 886, Guadalajara 628 y Cuenca 541.

La reducción completa de la mortalidad durante nueve días se ve acompañada además por el dato de que la ocupación en UCI sigue bajando y actualmente hay solo siete personas críticas en la provincia, una menos que el pasado viernes.

El peor dato de la pandemia lo refleja el notable aumento de los nuevos contagios. La Junta, a través de su Dirección General de Salud Pública, ha notificado un total de 225 nuevos casos en Toledo desde el pasado viernes. Se trata de una cifra que duplica los 107 casos que se computaron hace una semana durante el mismo periodo, lo que demuestra que hay una tendencia al alza que podría significar el comienzo de una quinta ola.

Con todo, estas cifras no terminan de despegar la hospitalización en la provincia, que aunque aumenta (pasando de 20 a 27 pacientes en tres días) no está en consonancia con el número de casos.