Los dos concejales de IU-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández Sánchez y Olga Ávalos Rebollo, fueron recibidos en la sede de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas por su director, el arqueólogo Jesús Carrobles, y por algunos académicos numerarios. El motivo del encuentro, solicitado por el grupo político, fue compartir impresiones acerca del Plan Especial de Vega Baja, cuya licitación se producirá, previsiblemente, en las próximas semanas.
Fernández Sánchez, quien manifestó su preocupación por el futuro del yacimiento desde puntos de vista como los de la arqueología y el paisaje -«nos asusta que se pueda producir la licitación de un pliego que esté de espaldas a los toledanos»-, expresó su intención de reunirse con instituciones y plataformas como la Real Academia toledana con el fin de contrastar su visión sobre la ciudad.
Una de las conclusiones del encuentro fue la necesidad de definir con absoluta nitidez, de cara al futuro plan, qué es la Vega Baja y hasta dónde se extiende como realidad. «Se trata de algo que no puede dejarse al albur de quien lo redacte», sino que ha de concretarse de manera contundente. Y en este sentido preocupa que el Ayuntamiento no considere lo suficientemente sólidos los informes sobre el extenso yacimiento realizados por instituciones como Icomos y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Los académicos toledanos, en este sentido, informaron a los representantes políticos de IU-Podemos del largo compromiso que la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas ha mantenido con la Vega Baja desde hace más de veinte años; concretamente, desde que se produjo la remodelación de la Fábrica de Armas de Toledo como parte de las instalaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. Fue uno de sus académicos numerarios, de hecho, el artillero Calixto Serichol, quien coordinó las infraestructuras necesarias para la preservación del mosaico romano hallado en el interior de la Fábrica en 1923.
la academia, en verano. Aunque fue el 30 de junio cuando la Academia puso punto final a uno de los cursos más particulares de toda su historia -las sesiones presenciales tuvieron que interrumpirse a mediados de marzo, realizándose con posterioridad algún encuentro telemático entre sus miembros-, la centenaria institución continúa desempeñando su labor consultiva, al servicio de las instituciones que lo soliciten.
Durante el verano, por otra parte, la Comisión de Publicaciones seguirá trabajando en el próximo número de la revista Toletum, que verá la luz a la vuelta del verano con más de una decena de artículos relacionados con la historia, el patrimonio y la literatura de esta provincia.