Con una semana de retraso con respecto a su fuecha habitual, la Toledo-Polígono no se libró de las altas temperaturas, pero, paradojas de la vida, se quitó unos cuantos grados de en medio. Sigue siendo una de las más duras (dudosa clasificación), pero está claro que la más antigua de Toledo. Y el público, en la línea de meta, no paró de jalear a todos los participantes (más de 400). Al final, David de la Cruz, el gran favorito, fue el que entró primero, apenas 31 minutos y medio después de la salida en el paseo de Merchán. En chicas, Natalia Sanz se marchó a casa con la satisfacción de inscribir su nombre en la edición 42 de esta carrera.
El grupo de corredores y corredoras se citó a las 21:00 horas frente a la Puerta de Bisagra para afrontar 10 kilómetros que ya de por sí son duros, pero más con 32 grados de temperatura. El primer repecho por la cuesta de las Armas dejó claro que no iba a ser un camino de rosas, pero el interminable paseo de la Rosa, con un terreno firme y sin desniveles, ayudó a mitigar los esfuerzos.
Ya la salida de Santa Bárbara se hizo de nuevo cuesta arriba, pero David de la Cruz se empeñó en imponer su ritmo hasta bien entrado en el Polígono. Sólo unos pocos pudieron seguirle hasta que a pocos metros de la meta, en el paseo Juan Pablo II, se los quitó del medio y celebró su triunfo. Ricardo Martínez se tuvo que conformar con la segunda plaza y Julio del Val, con la tercera. Detrás de ellos fueron entrando un rosario de atletas entre los que se encontraban rostros conocidos de las populares, como Miguel Ángel Pulido, que como es habitual, corrió con una camiseta para reivindicar la retirada del amianto.
La carrera contó con la participación de más de 400 atletas. - Foto: Ángeles VisdómineDe todo modos, hubo que esperar más de diez minutos para ver la entrada de la primera fémina, que fue Natalia Sanz, representando al Mushing Toledo. La segunda y la tercera no se hicieron esperar porque entraron casi seguidas. Susana Romero y Cristina Carrillo acompañaron a la ganadora en el podio. En la entrega de trofeos estuvo presente el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Toledo, Pablo García.
Los rezagados cayeron cuentagotas mientras que el público del barrio de Santa María de Benquerencia, que estos días está celebrando sus fiestas, no se separó de las vallas que conforman el pasillo habitual por el que los corredores llegan a la línea de meta. Además, quedaba todavía la expectación de saber a quiénes les iban a tocar la bicicleta y los tres jamones que entraban en la rifa entre todos los participantes.
Hay que recordar que esta Toledo-Polígono, que cumplió su cuadragésima segunda edición, es la decada de las carreras de Toledo, que se han multiplicado en la última década. Sus creadores la idearon como una manera de conectar la zona antigua de la ciudad con la nueva, en este caso el barrio del Polígono. Y así mantiene en el tiempo.