«Estamos hasta los cojones». Esta frase coloquial sinónimo de hartazgo la pensaban muchos de los asistentes a la manifestación de las organizaciones agrarias celebrada este martes, pero la expresó en público en su discurso al final de la protesta el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato. Y puede resumir el estado de ánimo con que centenares de agricultores y ganaderos, algunos al volante de decenas de tractores, tomaron Toledo para exigir ya una solución al problema de los bajos precios que perciben sus productos, coreando el lema de «el campo, unido, jamás será vencido».
La movilización unitaria convocada por Asaja, UPA y COAG logró traer a una gran número de profesionales del campo de toda la región, unos 3.500 según la Delegación de Gobierno y 7.000 según los organizadores. La marcha se desarrolló con normalidad y hasta un ambiente festivo, con pasodobles sonando por megafonía, desde la rotonda del edificio Toletum hasta la Plaza de Zocodover.
tractores en la niebla. Los agricultores portaron banderolas de las tres organizaciones y pancartas alusivas a las distintas comarcas de la región o a la problemática del sector. Algunas contenían ripios llamativos como «Consume producto nacional, no seas anormal». El desfile reivindicativo arrancó en una mañana de niebla que desembocó en un mediodía soleado.
La marcha terminó en Zocodover frente a la Delegación del Gobierno. - Foto: Yolanda LanchaLa liturgia de esta marcha la marcó, como no podía ser menos en una movilización agraria, la presencia de los tractores. Se pudieron contar al menos 50 de ellos desde el lugar de inicio de la manifestación hasta la Puerta de Bisagra, donde fueron momentaneamente parados por los agentes de la Policía Local y Nacional. Estos grandes vehículos pudieron pasar finalmente este acceso al Casco Histórico toledano y pasar por la Plaza de Zocodover. Su desfile ante la fachada de la Delegación de Gobierno fue celebrado como un triunfo por los asistentes a la protesta.
Ya con Zocodover atestado de agricultores y ganaderos, dirigentes de las tres organizaciones agrarias agradecieron el respaldo del sector.
El secretario regional de COAG, Ángel Estanislao Galve, celebró que se haya recuperado la unidad de acción entre las organizaciones del campo y reclamó, junto a unos precios que al menos cubran los costes de producción, el fin de la «competencia desleal» en el mercado de producciones importadas que no cumplen los estándares europeos. Galve deploró que la actual situación del mercado alimentario obligue a vender por debajo de los costes de producción.
El secretario regional de UPA, Julián Morcillo, incidió en su alocución en esa competencia desleal al recordar el caso de los apicultores de Guadalajara, a los que la UE no permite defenderlos con algo tan sencillo como obligar a marcar el origen local o extranjero de una miel «para que el consumidor decida» cual compra. Morcillo recordó el esfuerzo de los agricultores de la región y de España al cumplir las normativas laborales o medioambientales, y añadió que «no se nos puede pedir esto e ir a acuerdos para que entren productos que no lo cumplen», se refirió sobre las importaciones.
Por Asaja, Barato celebró que, en una reunión celebrada este lunes, el ministro de Agricultura haya abierto la posibilidad de negociar una ley de precios mínimos en origen para los agricultores. Pero advirtió, como un mensaje común de todas las organizaciones, que esto no será el fin de las protestas, y avisó que se mantendrán llegando, si es necesario, a una manifestación nacional en Madrid. «El único que lo puede evitar es el presidente del Gobierno si nos da lo que pedimos», concluyó.