La espectacular parra que recubre la residencia Virgen del Prado de Talavera desaparecerá en breve. Desde Ardeidas han manifestado su «más enérgico rechazo por la forma en la que se están llevando a cabo las obras de restauración en el edificio», sito en el número 2 de la avenida de la Constitución 2. La asociación ecologista rechaza la intención de remover el envoltorio verde. «Está previsto eliminar la espectacular parra virgen (Phartenocissus sp.) que en él se asienta y que confiere al edificio un carácter singular, incluso sostenible», explican.
«Desde nuestra asociación, cuyo objetivo es velar por la biodiversidad y la conservación del medio ambiente, consideramos que la actuación que se tiene prevista llevar a cabo, con la retirada de la parra virgen, va en contra de un edificio que, en su día la Administración, con muy buen criterio, decidió que fuera bello, singular, biodiverso y sostenible».
La formación vegetal lo había convertido en un hermoso edificio que, además, fomentaba el ahorro energético. «Este tipo de vegetación de hoja caduca es una barrera contra el calor en verano, creando un microclima fresco; asimismo, permite la insolación en invierno, regulando así la temperatura interior, además de reducir el ruido exterior, incidiendo en el bienestar de nuestros mayores, como un modelo de vida más saludable como ellos merecen».
Ardeidas, contra la pérdida de una parra icónica en TalaveraPor otra parte, «este tipo de edificios que portan en sus fachadas formaciones vegetales a modo de jardines verticales, es demandado actualmente por las sociedades más avanzadas». Según los datos ofrecidos por Ardeidas, «unos 60 m2 de jardín vertical en fachada producen oxígeno para 60 personas al año, es capaz de filtrar 40 toneladas de gases y atrapar metales pesados y polvo en suspensión. Además, constituyen un atractivo soporte para la fauna».
Este edificio por sus características naturales como jardín vertical puede soportar todos los años nidos de diferentes especies de aves que lo utilizan para nidificar o como dormidero, además de otra fauna insectívora.
Por otro lado, «la obra debería contar con los permisos pertinente derivados de las leyes que protegen las aves en su periodo de cría», los emanados de la Unión Europea a través de la Directiva de Aves y de la Directiva de Hábitats y a nivel nacional, el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, y a la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Desde Ardeidas demandan a la administración competente que, una vez terminadas las obras, determine «volver a restituir este jardín vertical como elemento singular muy representativo en la ciudad de Talavera como ejemplo de sostenibilidad a favor de la biodiversidad urbana y contra el cambio climático».