En el inicio del curso escolar, uno de los problemas a los que se enfrentan los docentes en sus aulas es la enorme diferencia que comprueban entre los alumnos de mayor nivel económico con respecto a los que tienen rentas más bajas, así como también, el menor nivel de satisfacción con la escuela, el sesgo en la evaluación de los profesores y la menor dedicación a los deberes que son algunas de las variables que pueden explicar el desproporcionado abandono escolar entre los chicos y alumnos de rentas bajas en España, un país con la segunda tasa más alta de la UE, solo detrás de Rumanía.
Para conocer y encontrar soluciones a este fenómeno, un trabajo de los profesores José Montalbán, de la Universidad de Estocolmo, y de Jenifer Ruiz-Valenzuela, de la Universidad de Barcelona, ambos investigadores del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol), plantean un menú de políticas dirigido a los alumnos varones y estudiantes vulnerables.
Según su investigación, divulgada ayer por EsadeEcPol, un mayor apoyo parental y una mayor satisfacción en la escuela podrían reducir hasta un 30 por ciento las brechas de género en la repetición y, en menor medida, los resultados las asignaturas de matemáticas y lengua.
En 2021, el 13,3 por ciento de los jóvenes españoles de 18-24 años no había completado la educación secundaria de segunda etapa y no seguía ningún tipo de formación, sobre todo, varones y miembros de familias de menor renta.
Así, mientras que el 16,7 por ciento de los chicos abandonó los estudios de manera prematura en 2021, el porcentaje para las chicas fue mucho menor, de un 9,7 por ciento..
Para su estudio, los profesores utilizaron dos predictores del abandono escolar: el rendimiento del estudiante en lengua, inglés y matemáticas y la repetición de curso, basándose en los resultados de las pruebas de evaluación diagnóstica desarrolladas en la Comunidad de Madrid en tercero y sexto de primaria, y 4º de la ESO.
Sus conclusiones reflejan que los alumnos de mayor nivel socio-económico rinden mucho mejor para todas las asignaturas y etapas educativas. Por ejemplo, la diferencia entre un niño de nivel socioeconómico bajo y alto en tercero de Primaria en matemáticas y lengua puede equivaler a casi dos años de escolarización.
Menor satisfacción
Detrás de estos resultados académicos escolares, según los investigadores, pueden estar factores como que los chicos registran un nivel de satisfacción con la escuela significativamente menor que las chicas, a que invierten también menos horas de deberes que ellas y a un sesgo en la evaluación que realizan los profesores de estos cursos.
Para rebajar estas preocupantes tasas de abandono escolar en los varones y alumnos más desfavorecidos, el estudio propone tutorías individualizadas; un mayor grado de apoyo parental con la colaboración de las escuelas; la disponibilidad de una mejor orientación académica; aumentar la satisfacción con la escuela y una toma de consciencia en los sesgos de evaluación docente curso a curso.
Según el análisis de EsadEcPol, las diferencias de rendimiento iniciales observadas en primaria a favor de las chicas en lengua e inglés disminuyen en secundaria pero, en todo caso, la realidad refleja que los chicos repiten curso más que ellas en todas las etapas del proceso de escolarización en España.
Para los estudiantes de bajo nivel socio-económico de Primaria y Secundaria, a pesar de la mejora significativa del rendimiento académico de los chicos en todas las asignaturas a lo largo de los cursos, las diferencias de género en la tasa de repetición se mantienen constantes en estas etapas que son decisivas para su formación.
Los análisis concluyen señalando que el bajo rendimiento escolar se refiere a los alumnos que suelen ir mal en todas las materias y presentan grandes lagunas de conocimientos, incluso en áreas básicas como la lectura, la comprensión lectora y la escritura.