El estudio informativo sobre el proyecto de AVE Madrid-Extremadura a su paso por Toledo ha sido analizado escrupulosamente por los técnicos municipales en sus diferentes áreas antes de plantear alegaciones a las cuatro alternativas planteadas que no convencen al equipo de Gobierno desde el principio y así lo dejó claro la alcaldesa recientemente, con su intención de mantener un encuentro con el ministro José Luis Ábalos para plantearle la problemática y evitar que el AVE atraviese la ciudad. Hoy le toca el turno a la comisión extraordinaria de Urbanismo para que los grupos conozcan de primera mano los informes municipales que van en una u otra dirección para garantizar que este proyecto de línea ferroviaria se lleve a cabo de la manera más adecuada e integrada en una ciudad que debe mirar y preservar su patrimonio monumental y paisajístico en base a una intervención tan significativa.
De los cuatro trazados propuestos, el Ayuntamiento descarta uno de ellos porque el epicentro del paso del AVE se situaría en Pantoja, con lo que Toledo capital perdería la oportunidad de convertirse en una de las paradas de la línea más destacadas, y los otros tres se han valorado con muchas objeciones por parte de los servicios de Urbanismo y de Medio Ambiente. Si bien, ambos coinciden que la propuesta menos lesiva sería el proyecto que tras el paso por la estación discurriría por el parque de Safont, se encaminaría hacia las instalaciones deportivas del Salto del Caballo, cruzaría el acceso a Toledo por la autovía A-42 y avanzaría por la ladera entre la carretera y el cementerio, un tramo con más o menos afectación según las soluciones que plantean dos alternativas al mismo trazado, con lo que el arquitecto municipal considera que la que proyecta más zonas soterradas es «la menos lesiva» en cuanto a la ordenación urbanística, la preservación patrimonial y paisajística, la población y los terrenos consolidados.
Si bien, mucho se habla de los posibles trazados, de túneles falsos, viaductos y otras soluciones arquitectónicas para la llegada del AVE en dirección Extremadura, pero poco se aborda otra problemática que exige solución. La línea ferroviaria tal y como se concibe exige en las alternativas planteadas en el estilo informativo del proyecto la necesaria construcción de una estación en paralelo a la actual, «mediante la creación de una plataforma sobreelevada sobre las cotas actuales del terreno», pero esta nueva infraestructura «tiene una incidencia directa» en el edificio que proyectó el arquitecto Narciso Clavería, que se catalogó como Bien de Interés Cultural (BIC) en 1991.
Por tanto, la legislación protege la actual estación, el edificio neomudéjar de gran belleza arquitectónica y la construcción de una nueva parada con la posibilidad aportada desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana atentaría directamente contra el patrimonio. De momento, el proyecto está abierto a buscar nuevas fórmulas y todo indica que lo más acertado, según comentó Tolón recientemente, sería la construcción de una estación en el Polígono para evitar «meter el tren en la ciudad», algo que calificó como «una barbaridad».
un bic aislado. La alternativa ministerial también conlleva «un condicionamiento total de la viabilidad de futuros desarrollos» en Huerta del Rey, en la que se encuentra el Palacio de Galiana, también catalogado como BIC, «que quedaría completamente aislado de la ciudad entre el río y la nueva infraestructura ferroviaria». Por tanto, el patrimonio entra en un juego y el Ayuntamiento tiene claro que ganará la partida aunque el proyecto se retrase.