El Ayuntamiento de Toledo ha decidido cerrar las instalaciones deportivas de la ciudad hasta nuevo aviso, una medida impopular que, sin embargo, se sustenta en garantizar la seguridad de todos los usuarios, como reconoce el concejal del área, Pablo García.

Y es que, el rastro que ha dejado a su paso la borrasca Filomena es difícil de borrar, y más a corto plazo. En la jornada del lunes todavía no se habían abierto todos los accesos a la mayoría de los pabellones y campos y, lógicamente, las heladas están provocando placas deslizantes que ponen en riesgo la integridad de las personas.

Es por eso que desde el consistorio, ya tienen la palabra del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha para que se evalúen las condiciones en las que se encuentran las instalaciones, una vez que se acondicionen las entradas. «No podemos arriesgarnos y queremos que el retorno a la actividad sea seguro», admite Pablo García.

Los accesos al pabellón Javier Lozano Cid no se habían despejado todavíaY es que, durante los días pasados, la nieve ya pudo con hasta cuatro cubiertas de colegios de la ciudad, una situación que no se desea que vuelva a ocurrir, y menos con usuarios en su interior. «Tiene que primar la seguridad, aunque sabemos que

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