Las viviendas de uso turístico en la ciudad de Toledo rondan las 500, en concreto hay un total de 452, una cifra que casi triplica a las de alquiler residencial. Son los datos que ofreció el gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), Luis Enrique Espinoza, trasladando la información recabada por la entidad en el mes de noviembre, que viene a actualizar el informe del ejercicio anterior.

Así lo traslado en la Mesa Municipal de la Vivienda, reunida ayer en el Ayuntamiento tras aproximadamente un año inactiva. Un foro presidido por el concejal de Urbanismo, José Pablo Sabrido, de carácter principalmente informativo, donde se efectuó un análisis de la situación del sector.

Respecto a los apartamentos turísticos, uno de los temas de actualidad en la capital, la EMV ha detectado una diferencia «notable» entre los que se ofrecen en Airbnb, el portal web por excelencia sobre este tema, y los inmuebles que tienen licencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para desarrollar esta actividad. Es decir, hay muchos que están ofreciendo sus servicios sin permiso.

Por este motivo, Espinoza instó al Gobierno autonómico a realizar una inspección, indicando que hay comunidades autónomas que obligan a poner el número de licencia en los apartamentos ofertados en estos portales.

Como era de esperar, el grueso de los inmuebles dedicados al turismo se encuentran en el Casco histórico, un barrio con una baja oferta de alquiler residencial, apunta el informe.

El concejal de Urbanismo indicó que el Ayuntamiento prevé tener la ordenanza municipal reguladora de los apartamentos turísticos en la primera quincena de febrero, abierta a analizar y debatir con las entidades afectadas. Concretó que es la Concejalía de Promoción Económica, esto es, de Empresas, la que está llevando el peso de la redacción.

Respecto a la situación del mercado del alquiler, el gerente de la EMV desveló que «hay muy poca» oferta y con «tendencia a la baja» en la ciudad en términos generales, con puntos estacionales como el verano. Y lamentó que los precios se están incrementando, aunque sin alcanzar los precios de los años 2006 y 2007, cuando se registraron los picos más altos, a puntos de estallar la burbuja inmobiliaria.

Espinoza apreció que «estamos desatendiendo la vivienda asequible de alquiler», motivo por el que destacó la importancia de promover un programa de fomento del alquiler privado, comprometido por el Consistorio el año pasado y que no se pudo concretar por ausencia de competencias, al no existir una ley regional.

Recordó que el Ayuntamiento había habilitado en el presupuesto de 2019 una partida de 60.000 euros para este programa que se quedó paralizada toda vez que la Intervención municipal no dio luz verde por una cuestión competencial.

Insistió, por tanto, en la relevancia de que la Junta apruebe una normativa que permita a los ayuntamientos desarrollar programas de este tipo.

En lo que respecta a la actividad inmobilaria, el responsable de la EMV enfatizó en que el último informe revela un «repunte modesto, pero repunte» en este sentido, también «muy lejos» de los «puntos álgidos».

Especificó que en la actualidad hay un total de 300 viviendas en construcción o a punto de entregarse y que un tercio de ellas se ha construido en el Polígono, un barrio «muy vivo» que además verá como en unos meses abre sus puertas el nuevo hospital, si se cumplen las previsiones de la Junta.

En la Mesa de la Vivienda también se informó a las entidades, colegios y asociaciones participantes de la celebración en 2020 de la III Jornada de la Vivienda, tras dos primeras experiencias «fructíferas», manifestó Espinoza.