El primero de los Cronistas Oficiales de Madrid tiene nombre y apellidos. Se trata de Pedro de Répide, un importante escritor (gran novelista) y periodista de principios del siglo XX, referente obligado del casticismo madrileño. Su Las Calles de Madrid viene a ser a la capital lo que Historia de las Calles de Toledo de Julio Porres Martín-Cleto.
Pedro de Répide también se acercó a los monumentos de Toledo, a través de sus postales, concretamente, a través de dos libretos de doce tarjetas publicadas por la editorial Cayón con el título Quiere ver Toledo y conocer su historia? edición 1 y 2.
La editorial en sí es poco conocida en la ciudad. Publicó libretos parecidos de diversas ciudades. En ellos, estaban pegadas la docena de tarjetas, que recogían en su anverso una pequeña fotografía del monumento en cuestión y la descripción que del mismo hizo De Répide. Más allá de los monumentos más normales, el cronista eligió para sus postales otros menos reproducidos por las postales, como las ruinas romanas, el Cristo de la Vega, la demolida puerta de San Martín, la Escuela de Artes o lo que denominó como «Cabeza del Moro».
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Pedro de Répide presidente del Cuerpo de Cronistas Oficiales de la Villa de Madrid. Fue una persona peculiar, que se inventó su propia leyenda negra. Se decía descendiente de Caterina Cornaro, la última reina de Chipre o que era hijo natural de uno de los muchos vástagos habidos del matrimonio entre la viuda de Fernando VII, María Cristina de Borbón, y el duque de Riánsares. En otras fuentes se le ha supuesto hijo natural de la reina Isabel II y un eclesiástico. Era una persona muy culta, con abundante obra, sobre todo de carácter histórico. Cayó en desgracia con Franco, entre otras cuestiones, como su simpatía por la URSS y por su homosexualidad.