Se llamaba Ángela Cabañero y se ha hecho famosa en las últimas horas por convertirse en la última víctima de violencia de género tras hallar su cadáver una vez sofocado un incendio en su vivienda en Barrax, Albacete. También Elizabeth fue asesinada, aunque al principio pareciese que se había ahogado. Este último caso ha logrado justicia, a pesar de que a la víctima nadie le podrá devolver su vida, gracias a la grabación de su móvil que apuntaba directamente a su marido Eduardo, que la drogó y la mató.
El Consejo Local de la Mujer volvió a concentrarse esta mañana en el parque de la Vega para recordar a Ángela, a Elizabeth y otras 39 mujeres, una de ellas menor de edad, que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas.
Una manera de manifestar una vez más su repulsa a la violencia de género, al machismo, a la desigualdad y al resto de lacras que se siguen cebando con las mujeres a pesar de las buenas intenciones, los mensajes que calan y las medidas para intentar frenar esta barbarie que suma ya más de un millar de mujeres muertas desde que existe el registro estadístico.
Una lacra que no distingue de edades. Así lo dio a entender el portavoz de Ciudadanos, Esteban Paños, durante la lectura de un manifiesto descarnado, objetivo y muy crítico con la situación actual y con la «normalización» de esta lacra por parte de la sociedad.
«Hoy ponemos el foco en las mujeres jóvenes y adolescentes, uno de los grupos más vulnerables a la violencia que se ejerce a través de la tecnología, las redes sociales y ahora, también, el metaverso». Paños subrayó que en estos momentos de lucha contra la violencia de género «vivimos un retroceso en batallas que creíamos ganadas», como prueba la cantidad de delitos que se cometen, los distintos estudios y las cifras.
Ciudadanos llamó la atención sobre el ciberacoso, uno de los instrumentos más sibilinos a la hora de ejercer la violencia mediante las redes sociales o incluso «en las nuevas modalidades de teletrabajo que ha impulsado la pandemia».
Las cifras son demoledoras todavía. Uno de cada cinco hombres jóvenes de entre 15 y 29 años «considera que la violencia de género no existe y es un invento ideológico», y uno de cada cinco «también ve normal mirar el móvil a su pareja», según el barómetro de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción.
En esta línea, el manifiesto también incidió en la gravedad «de los abusos digitales». Y a pesar de que «un 40% de los hombres jóvenes piensa que no es tan grave», en España se registraron hace dos años más de 8.500 delitos en este ámbito, incluidas «las amenazas, coacciones y revelación de datos privados».
Además, Paños remarcó «que cada 30 segundos se produce un tuit abusivo contra un mujer», conforme a los datos que maneja Amnistía Internacional, «y el 54% de las mujeres víctimas de estos delitos ha experimentado problemas de salud mental como ansiedad o ataques de pánico», según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad.
Teletrabajo. Esta modalidad laboral impulsada en los últimos dos años tampoco ayuda en esta lucha. El Consejo Local de la Mujer denuncia que el ciberacoso se suele mantener de manera persistente y más allá incluso de la jornada laboral. Sin embargo, «aún no existen estadísticas suficientes para analizar al detalle la incidencia de la violencia de género digital».
Y quizá la mejor manera de rematar un manifiesto sea volviendo a las cifras, a datos que cuesta pronunciar porque indignan, porque cuesta asimilar que una de cada tres mujeres «haya sido alguna vez víctima de violencia física y verbal».
Tras guardar un minuto de silencio y encender velas en memoria de las víctimas, el portavoz de Ciudadanos, lamentó tener que seguir convocando este tipo de concentraciones una vez al mes y mostró su «terror» ante la postura de los partidos políticos que niegan la existencia de la violencia de género. En su opinión, «una parte de la sociedad está normalizando y hay que seguir diciendo que es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad».
La misma opinión compartió a continuación la concejala de Servicios Sociales, Ana Abellán, que añadió que ante esta realidad «no nos podemos acostumbrar ni quedarnos impasivos».
Por último, el portavoz de IU-Podemos, Txema Fernández, también condenó «la barbaridad con la que vivimos todos los meses» y animó a la sociedad a seguir luchando para acabar definitivamente con esta «lacra social».