Enrique García no puede ocultar cuál es su gran pasión. El tono de su voz cambia cuando comienza hablar de naturaleza, de su observación y de los secretos que se pueden aprender si se 'escucha' atentamente. Ayer trasmitió toda esa emoción como solo un gran divulgador sabe hacer, con una lección maestra de naturaleza y entorno que tuvo al toledano Cigarral de las Mercedes como enclave.

Allí tuvo lugar la presentación de su último trabajo, un nuevo libro de divulgación científica que acaba de publicar la editorial andaluza Guadalmazán, que bajo el título de 'La inteligencia de los bosques' contiene una guía esencial para comprender el lenguaje y el comportamiento de los árboles.

El plural aquí no está elegido al azar, ya que estamos hablando de árboles en su conjunto, un bosque que se termina comportando, en palabras del propio Enrique García, «como una sociedad».

«Son un conjunto de seres que se necesitan e interactúan entre ellos, y hay que saber interpretar esas señales que son muy claras en la naturaleza, afirma este ingeniero forestal, doctor en medio ambiente y académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.

Enrique García comenzó su presentación de ayer de una forma totalmente atípica, pero muy necesaria. En primer lugar realizó un paseo por los jardines del Cigarral de las Mercedes, en donde fue mostrando a los presentes las distintas especies y sus características. Después, ya bajo techo, proyectó una serie de fotografías realizadas por él mismo de casos accesibles y cercanos. Cómo se comunican los árboles ante los riesgos (plagas, presencia de herbívoros...) fue una de las facetas de su presentación que más llamó la atención, unos aspectos que desgrana en profundidad en 'La inteligencia de los bosques' , libro que describió para La Tribuna como «una guía para comprender el lenguaje y el comportamiento de los árboles».

Este último trabajo de Enrique García está estructurado en siete capítulos. Los cinco primeros realizan un recorrido por las partes principales de un árbol, pero contando sus secretos, adaptaciones y funciones. La divulgación es fundamental para un autor como García, y es por eso que los dos últimos capítulos de su obra versan sobre la adaptación y comportamientos de los árboles y, especialmente, y como les ocurre a los humanos, las dificultades de las relaciones. Es decir, desde la competencia entre ejemplares hasta el mutualismo de unos seres vivos que se comportan como una sociedad plena.

En definitiva, 'La inteligencia de los bosques' se presenta como una obra científica y rigurosa, pero a la vez con un estilo divulgativo que la hace accesible al profano. Por último está el toque del autor, un poco de sentido del humor con el que terminar atrapando al lector.