Si usted es de los que les cuesta dejar comida en el plato o de los que mira varias veces la fecha de caducidad para no tener que tirar nada a la basura, le gustará el decreto que ha aprobado esta semana el Consejo de Gobierno. O al menos debería gustarle, a falta de que se publique y conocer en detalle su contenido. Se trata de un decreto de medidas para evitar el desperdicio de alimentos. El portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando, aseguró que Castilla-La Mancha es «la primera comunidad autónoma que plantea un decreto en este sentido».
Primer ingrediente: implicación de las empresas.
Uno de los ingredientes de esta iniciativa es la implicación de las empresas del sector, que incluyen desde la producción agroalimentaria, a la distribución, venta de alimentos y también a la restauración. Se va a elaborar un código de buenas prácticas y las empresas que lo suscriban voluntariamente y lo cumplan, podrán recibir un sello de calidad que lo atestigüe. Se encargará de estas distinciones la Consejería que lleve el área de Consumo, que en estos momentos depende de Sanidad.
Hernando destacó en todo momento que son medidas «en positivo» y que serán las empresas las que decidirán si voluntariamente se adhieren. «No se trata de un decreto a las malas o en negativo», apuntó, «no tiene vocación de vigilancia ni sancionadora».
Segundo ingrediente: concienciación en las aulas.
Otro de los ingredientes es la sensibilización y la concienciación. Por eso se contempla la realización de campañas que informen de las causas y las consecuencias del desperdicio de alimentos y los medios para reducirlo. Hernando explicó que se trata de «fomentar una cultura cívica» en esta materia y por eso harán especial incidencia en el ámbito educativo. «Hay que empezar la casa por los cimientos, y en este caso, también queremos empezar la sensibilización desde la base de nuestra sociedad, que son las escuelas», expuso.
En esas campañas contarán con la colaboración de los operadores de la cadena de producción, distribución y venta de alimentos para elaborar guías didácticas con las que evitar que la comida acabe en el cubo de la basura.
Tercer ingrediente: asesoramiento
Un tercer ingrediente será el del asesoramiento. Para ello está previsto constituir un Foro para la Reducción del Desperdicio de Alimentos, que funcionará como un órgano consultivo. Hernando concretó que se deberá crear en un plazo máximo de dos meses desde que entre en vigor el decreto, aunque como sea en estas fechas va a coincidir con las elecciones autonómicas y la fase de Gobierno en funciones.
No es la primera vez que desde el Ejecutivo de Castilla-La Mancha abordan la problemática del desperdicio de alimentos. En La Ley del Estatuto de las Personas Consumidoras, que se aprobó la semana pasada en las Cortes regionales, se establece el «derecho a un consumo responsable basado en la prevención del desperdicio alimentario y de recursos básicos». Y entre las responsabilidades de las personas consumidoras, figura «evitar el desperdicio alimentario mediante el consumo responsable de alimentos». También comparte esta filosofía la Ley de Economía Circular, que finalmente no se podrá aprobar antes de que termine la legislatura.