El Yacimiento Arqueológico de Guarrazar acaparó todas las miradas de la celebración que tuvo lugar en el Museo Sefardí al ser el único reconocimiento de la provincia de Toledo e, incluso, el único de toda Castilla-La Mancha. Y es que este entorno arqueológico continúa obteniendo reconocimientos a la par que va descubriendo nuevos capítulos de su historia visigoda, enterrada en la tierra toledana. Los restos de los siglos sexto y séptimo ubicados en el término municipal de Guadamur reciben el premio 'Hispania Nostra' a las 'Buenas Prácticas en Patrimonio Cultural y Natural'. Obtiene el primer premio ex aequo con el Museo Cal de Morón, de Sevilla, en la categoría de 'Conservación del patrimonio como factor de desarrollo económico y social'. Ya en el año 2016, este mismo entorno toledano recibió la calificación de Bien de Interés Cultural.
Según el jurado encargado de elegir a los premiados, se eligió esta ubicación entre la veintena de candidatos, no solo por su investigación y conservación arqueológica, sino por su pedagogía cultural y medioambiental. Y es que según relata el director del yacimiento, Juan Manuel Rojas, tambiénencargado de recoger el premio en el día de ayer, «no solo nos dedicamos a seguir descubriendo rincones de este santuario visigodo, sino que intentamos que tenga una repercusión en la sociedad, sobre todo, transmitiéndoselo a los niños; a la vez que buscamos recuperar un entorno natural que ya existió hace décadas, con huertas en una zona que años antes fue una vaguada», explica.
Y es que para todo aquel espectador que no conozca el yacimiento, en él puede encontrar «un santuario de grandes dimensiones relacionado con la monarquía de la época», que fue descubierto en el siglo XIX cuando se halló un viejo tesoro de la realeza visigoda. Respecto al entorno medioambiental, Rojas explica que tanto él como sus compañeros están seguros de que allí habría un manantial, debido a que encontraron «unas bañeras en las que mana ba el agua, clavadas en las rocas, y que estaban dentro de un edificio. Además, las bañeras están hechas en parejas, con un pasillo central, y aunque está muy erosionado, se ve claramente lo que es, no hay dudas». El recinto son aproximadamente 40 hectáreas, y unas cinco visitables hasta el momento, es decir, 50.000 metros cuadrados. Además del manantial mencionado, «donde los peregrinos se daban baños espirituales», según Juan Manuel Rojas, hasta ahora se conoce que allí también existió una basílica, «muy rica, con columnas y suelos de mármol» e, incluso, un hospital o asilo para los peregrinos de la época. Para el director, todos estos hallazgos no hacen más que «afianzar la teoría de que lo que los terrenos de Guadamur esconden fue un santuario vinculado a los reyes visigodos». Sobre todo, por el primer descubrimiento que permitió conocer lo que allí aún permanecía, el tesoro del Guarrazar, una reliquia de orfebrería visigoda que reunía coronas y joyas propiedad del Reino Visigodo de Toledo. En referencia a este tesoro, Juan Manuel Rojas adelanta que «esta primavera ampliaremos la senda por donde confluyen las visitas hasta la parcela donde se halló el tesoro», gracias a un acuerdo reciente entre el Ayuntamiento de Guadamur y el propietario del terreno.
Visitas al yacimiento que, con la pandemia, quedaron muy mermadas o «prácticamente nulas», destaca su director. De hecho, recalca que se han recuperado los mejores datos en estos últimos meses de marzo y abril. Algo que, presumiblemente, reforzará este premio 'Hispania Nostra' del año 2020. ('Hispania Nostra' otorgó los reconocimientos correspondientes a los años 2018, 2019, 2020 y 2021). Juan Manuel Rojas, que recogió el galardón de manos de la reina emérita, Doña Sofía, anima a cualquier colectivo de la sociedad a visitar Guarrazar porque, a su juicio, representa «los comportamientos de una de las etapas más importantes de la historia», y recalca que hacen visitas guiadas adaptadas a la edad de los visitantes para facilitar su comprensión en la medida de lo posible.