Racing: Lucas; Unai Medina, Pol Moreno, Satrustegui, Isma (Mantilla, min.46); Íñigo (Fausto, min.78), Sergio Marcos (Borja Domínguez, min.62); Soko (Ceballos, min.85), Torre (Manu Justo, min 62), Álvaro Bustos; y Cedric.
Talavera: Edu; Choco, Javi Domínguez, Juanma, Víctor Ruiz; Jordi Ortega (Edmilson, min.76), Cebeiro; Añon (Toño Calvo, min.76), Borja Díaz (Perales, min.70), Dani Pichin (Jordi Martín, min.70); y Adighibe (Rodrigo, min.78).
Árbitro: Vicente Moral (Comité castellano-leonés). Amonestó a Javi Domínguez, Jordi Ortega, David Añon y Jordi Martín por el Talavera.
Goles: 0-1, Añon (min. 24); 1-1, Cedric (min.28); 2-1, Torre (min. 42); 3-1, Javi Domínguez, en propia puerta (min. 52); 4-1, Pol Moreno (min. 64); 5-1, Álvaro Bustos (min. 84).
Estadio: El Sardinero. 6484 espectadores.
Con toda la ilusión que genera ésta nueva competición, el escenario en el que iba a desarrollarse la tercera jornada de la 1ª RFEF y el caché e historia del rival al que se rendía visita, llegó el conjunto del Talavera a Santander, con la intención de hacer saltar la banca y llevarse de vuelta un buen botín en el autobús. Lo acarició con un gol inicial, pero todo acabó en goleada en contra.
Con los cambios en el once inicial de Víctor y Jordi Ortega, por Góngora y Vicente, con respecto al equipo que derrotó al San Sebastián de los Reyes y la inclusión al final en la alineación de Adighibe, que tras llevar entre algodones toda la semana, al final fue de la partida, el equipo de Víctor Cea saltó al terreno de juego ante un Racing que únicamente presentaba la novedad de la inclusión del canterano Íñigo en sustitución de Fausto, para acompañar a Sergio Marcos en el doble pivote.
La presión de los cuatro futbolistas visitantes más adelantados obligó al conjunto santanderino a sacar el balón en largo, que era lo que buscaba Víctor Cea, por lo que apenas sufría atrás, ante los timoratas acometidas de un Racing plano y sin ideas.
En cambio en ataque, no consiguió asustar de inicio el conjunto talaverano, pese a los intentos de Añón y Dani Pichìn por sorprender por ambas bandas, y la constante pelea de Adighibe con los centrales racinguistas, a los que con su corpulencia y potencia, traía la calle de la amargura.
Tras unos primeros veinte minutos de centrocampismo y aburrimiento, se desataron las hostilidades, y el primero en romper la calma que transitaba sobre El Sardinero fue el Talavera, con una rápida transición terminó con una combinación entre Dani Pichìn y Añón dentro del área. El delantero gallego se plantó solo ante Lucas y le superó con una gran definición para adelantar al conjunto de Víctor Cea, en la primera ocasión de peligro de la que gozaron. La efectividad que le faltó en Badajoz hace dos semanas, la encontró en Santander.
Desgraciadamente para el cuadro talaverano, la alegría sólo le duró cuatro minutos. Al filo de la media hora de juego y cuando la afición racinguista se estaba poniendo nerviosa, con algunos tímidos silbidos incluidos, llegó el empate en la primera acción de peligro del conjunto de Guille Romo, con un centro desde la derecha de Soko que tocó Bustos de cabeza hacia Cedric que recibió en área pequeña, para girarse y batir por bajo a Edu. Más efectividad no se le podia pedir a ambos equipos, una ocasión, y un gol.
La diana pareció insuflar ánimo y confianza al Racing, que en el ultimo cuarto de hora se desmelenó y comenzó a llegar con peligro, primero con una combinación entre Soko, Cedric y Bustos que terminó con el lanzamiento de éste último que desvío a córner Edu en una gran intervención. En el minuto 42 otra combinación entre Cedric y Bustos, finalizó con el pase de la muerte del extremo asturiano para que el talentoso Torre, en boca de gol, solo tuviese que empujarla para situar el 2-1.
Lo mejor que pudo pasarle al Talavera era que el árbitro señalase el intermedio y recomponerse ante la avalancha racinguista en el tramo final del primer tiempo. Pero el paso por vestuarios no calmó el ansia del Racing de ir en busca de más goles, algo que no tardó en encontrar, ya que en el 52, Javi Domínguez en propia puerta, tras intentar despejar un centro de Soko que buscaba a Cedric, situaba el 3-1.
Víctor Cea comenzó a mover el banquillo en busca de un revulsivo que cambiase la mala pinta tenía el partido para los suyos, dando entrada a Perales y Jordi Martín por Dani Pichìn y Borja Díaz y a Toño Calvo y Edmilson por Jordi Ortega y Añón, pero la suerte estaba echada y lo peor estaba aun por llegar ante un Racing desatado, ya que tras un paradón de Edu a un libre directo de Manu Justo para desviar a córner, a la salida del saque de esquina, Pol Moreno de cabeza anotaba el cuarto.
Para entonces Soko era un puñal. En realidad fue imparable durante toda la tarde. Una nueva galopada suya, terminó con un centro al área al que no llegó por centímetros Cedric en boca de gol. En el 73 se plantó solo ante Edu, que en el mano a mano consiguió desviar con la pierna en una ocasión clarísima. Otra nueva internada suya por banda derecha, la finalizó con un nuevo pase de la muerte para que Álvaro Bustos pusiese el 5-1.
Se sucedieron llegadas y más llegadas a la contra del Racing, que pudieron situar un resultado más escandaloso aún. En el 90, llegó la única oportunidad de gol del conjunto talaverano en esa nefasta segunda mitad, con el desborde de Choco por la derecha que colocó un gran centro para que Rodrigo estrellase su lanzamiento en el larguero.
Al final, duro correctivo el que se llevaron los pupilos de Víctor Cea, que pasaron del sueño de adelantarse en el marcador, a sufrir el vendaval de un Racing desatado que cuajó su mejor partido en bastante tiempo en El Sardinero, lo que jalearon los aficionados racinguistas con una gran ovación final, mientras los jugadores de Víctor Cea, agradecían al grupo de aficionados talaveranos que se desplazaron a Santander su apoyo.