«El Circo Romano está en condiciones muy mejorables». Así lo apunta la directora del grupo de investigación ARCYT, y considera que el Ayuntamiento, como titular de este edificio romano, tiene que destinar recursos para abordar una actuación de mejora, de consolidación y conservación de los restos lo antes posible.
Estas actuaciones partirían como una buena base para profundizar en la revalorización de un monumento tan valorado a nivel patrimonial que sigue siendo el gran olvidado de la ciudad a pesar de que mantiene un importante nivel de protección al ser un Bien de Interés Cultural que se localiza en Vega Baja, una zona que también goza de protección y que dispondrá a medio plazo de un plan especial que determinará su futuro.
«En mi opinión, creo que habría que realizar un replanteamiento de los BIC y buscar alternativas para su revalorización», explica Rebeca Rubio. El debate está encima de la mesa, pero la solución la tienen que poner las administraciones y, en este caso, la Consejería de Cultura tiene un papel muy importante.
Además, los investigadores apuestan por un mayor esfuerzo en la difusión del patrimonio para que algunos monumentos, como el Circo Romano, se consoliden en los circuitos turísticos.