No es conocido ni firma autógrafos, pero comparte trabajo cada día con los mejores actores y actrices del país. Es más, incluso puede presumir de haber grabado más películas y series que muchos de ellos.
El talaverano Carlos Sanguino es figurante de cine, televisión y publicidad desde hace casi cinco años y desde entonces, pasa sus días de rodaje en rodaje, metiéndose en la piel de los más variados personajes, ya sea soldado, preso, médico o abogado; puede realizar un papel de la actualidad o de siglos pasados, e incluso se ha metido en uno de los archiconocidos monos rojos y máscaras de La Casa de Papel. Entre sus últimos trabajos, ha hecho de doble del mismo Javier Bardem.
A extra se llega por casualidad. No tienes que formarte ni estudiar, sino contar con un determinado perfil y esperar a que se adapte a lo que están buscando. Carlos entró en este mundo después de quedarse en paro tras 26 años en una empresa de confección. Esto coincidió con la grabación de unos capítulos de La Catedral del Mar en el castillo de Oropesa, donde buscaban figurantes. «Un amigo me dijo que necesitaban gente. Me apunté, me llamaron, estuvimos dos días rodando, me gustó mucho y me pagaron bien».
De profesión, figurante Así empezó su nueva vida, que puede ser uno de los tantos casos de reciclaje profesional que se dan en los últimos años. Deseando continuar la aventura, se inscribió en algunas de las agencias de figuración que hay en Madrid, y a partir de ahí, no ha parado de trabajar.
El suyo es un trabajo de muchos madrugones pero muy agradecido, porque es diferente, porque cada día se mete en la piel de un personaje nuevo, en una localización especial y porque además «conoces mucha gente y muy interesante».
En los últimos años, ha formado parte de los rodajes de las mejores series españolas, las de las televisiones tradicionales y las de las grandes plataformas como Netflix, Movistar+ o Amazon Prime. Ha participado, entre otras, en Cuéntame (en el capítulo rodado en Talavera), El Ministerio del Tiempo, Madres, La Doctrina Parot, Entrevías o Caronte, actualmente en Cuatro, donde ejerce de abogado junto a Roberto Álamo. Además hace de Rey Juan Carlos (de espaldas y con muchos escoltas a su alrededor) en la recién estrenada Los Reyes de la Noche, con Javier Gutiérrez; es un aguerrido soldado en El Cid, cuya segunda temporada comienza a rodar tras el verano, y también saldrá en el regreso de Los Hombres de Paco.
Como compañeros, no solo los hermanos Bardem, Javier y Carlos, para quien además ha hecho de doble, sino que también ha compartido secuencias con José Coronado, en la serie Entrevías, con Hugo Silva en El Ministerio del Tiempo, o con el humorista José Mota, en varios de sus especiales navideños.
No tiene tiempo de aburrirse. Su currículum se completa con cine y publicidad. En el primero, ha cumplido órdenes de grandes como Alejandro Amenábar, en ‘Mientras dure la Guerra’ y en el anuncio de la lotería; con Álex de la Iglesia, en ‘30 monedas’, o con el ya fallecido José Luis Cuerda, en ‘Tiempo después’.
Su trabajo depende de lo que necesiten en cada proyecto. Algunas veces solo se le ve pasar detrás de una escena, en otras está sentado en una mesa junto a los protagonistas y en ocasiones, las mejores, tiene alguna frase; estas últimas son, lógicamente, las mejor pagadas.
Otra de las variantes es la de hacer de doble, como en la película ‘El Buen Patrón’ de Fernando León de Aranoa, que se estrenará a final de año, y donde sustituye a Bardem en escenas menores. Además de esto, Carlos reemplaza al actor mientras este estudia o repasa guiones, y comprueban ubicaciones, luces, cámaras o incluso la distancia de los vehículos o donde deben frenar si tienen que conducir. «Yo hago lo que va a hacer él luego, y así está todo preparado cuando él llega».
Sanguino ha hecho de este trabajo su forma de vida, e incluso ha introducido en el mundo a sus hijos Carla y Héctor, de 8 y 6 años, que la semana pasada rodaban en Madrid la serie Madres.
El único requisito que deben tener los figurantes es la paciencia, ya que en los rodajes muchas horas son de espera. «A veces te citan a las 8 de la mañana pero tu secuencia es por la tarde», explica el talaverano, aunque asegura que se suple con los compañeros, ya amigos, que se hacen cada día.
Ser figurante es una profesión. No son los protagonistas, no tienen grandes frases ni primeros planos, pero nada podría hacerse sin ellos.