Las Cortes de Castilla-La Mancha han dado el pistoletazo de salida a los actos conmemorativos del V centenario del levantamiento de las Comunidades de Castilla. Un conflicto que enfrentó a buena parte de las ciudades castellanas contra un entonces recién llegado Carlos I, que para muchos historiadores es el primer precedente de las revoluciones burguesas que arrancaron el siglo XVIII y que, en palabras del hispanista y premio Príncipe de Asturias John Elliot, tuvo como base el «bien común» frente a las aspiraciones imperiales de un rey llegado de Flandes.
Una conmemoración que lo que pretende es no olvidar lo que pasó hace ahora 500 años. «Sin juzgar los hechos, sin hacer presentismo histórico, simplemente para que sean conocidos» y porque contribuyen a explicar «lo que somos hoy», tal y como ha insistido el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, en la presentación de este acto inaugural.
Pero volviendo al concepto de bien común «que dio el nombre de comuneros», Elliot ha recalado durante su intervención telemática en este acto que la derrota de las tropas rebeldes en Villalar el 23 de abril de 1521 no supuso el fin de un movimiento que «estaba destinado a arraigarse en la mentalidad de un país que anhelaba liberarse de su opresión por los poderosos».
Castilla no olvida - Foto: Javier PozoIdea de un ‘bien común’ que Elliot no duda en traer a la historia reciente de lo que es hoy es España, vinculándola a la Constitución del 78, que «consiguió una reconciliación casi milagros» y «una prosperidad sin par». Y aquí lanza un mensaje a navegantes, en un momento en el país «se enfrenta a grandes retos» y «el pueblo se queja de la mediocridad de la clase política», «no sería mala idea pensar en el bien común». Frase con la que ha cerrado su discurso y que le ha valido una ovación general.
El historiador Miguel Fernando Gómez, por su parte, ha destacado el cariz romántico de lo acaecido hace 500 años en las tierras de Castilla. Y es que, «los perdedores de las causas justas siempre nos han fascinado».
No hay que olvidar aquí que fue precisamente el Romanticismo y el Liberalismo quien borró la ‘leyenda negra’ que pesaba sobre los comuneros para teñirla de rosa, convirtiendo a los ‘enemigos de la dinastía’ en «mártires por la libertad». A su juicio, «el mayor atrevimiento de los comuneros fue el atreverse a soñar con ser dueños de su propio destino».
Castilla no olvida - Foto: Javier PozoLa Guerra de las Comunidades, como el resto de conflictos civiles que ocurrieron antes y después en estas tierras, partió el territorio de lo que hoy conocemos como Castilla-La Mancha. Porque, como ha explicado Gómez, los comuneros no es cosa solo de Toledo. Así, hubo movimientos antiseñoriales en El Provencio y en el Marquesado de Villena (que entonces ocupaba parte de Cuenca y Albacete) y buena parte del Maestrazago de Santiago (especialmente Ocaña y Campo de Montiel)se pusieron a favor de los rebeldes, por citar solo algunos ejemplos.
Por contra, lucharon al lado de las llamadas ‘tropas realistas’ ciudades como Molina de Aragón, Alcaraz, Talavera de la Reina o Almagro, entre otras.
Programación prevista. Tras el acto institucional celebrado este lunes, las Cortes de Castilla-La Mancha tienen prevista la reedición de bibliografía de interés sobre la cuestión y la celebración de una exposición itinerante «especialmente orientada a la juventud» y de un ciclo de conferencias.
Castilla no olvida - Foto: Javier PozoTambién se estaría trabajando en la organización de un espectáculo dramático-musical centrado en la figura de María Pacheco y el presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, ya ha anunciado la instalación «en breve» de una estatua en Toledo capital de la fuera denominada la ‘Leona de Castilla’, que mantuvo a la ciudad en armas contra Carlos I hasta febrero de 1522.
La Real Fundación de Toledo y la Fundación Impulsa, dependiente del Gobierno regional, colaborarán con las Cortes de Castilla-La Mancha en esta efeméride, que se prolongará hasta 2022.
El Ministerio de Cultura se ha comprometido también a colaborar en esta conmemoración, «que no puede pasar desapercibida, ya que fue un momento central de la historia de España», en palabras del Secretario de Estado de Cultura, Javier García.
García-Page: «Hoy María Pacheco estaría al frente de la defensa del agua y del Tajo»
Castilla no olvida - Foto: Javier Pozo«Hoy María Pacheco estaría al frente de la defensa del agua y del Tajo». Con esta frase, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha resumido la trascendencia que para la comunidad tiene contar hoy con agua en cantidad y de calidad en el Tajo.
Un «bien común» sobre el que la comunidad debería de tener total prioridad como cuenca cedente que es. Yes que, «los derechos al agua- los tenemos todos, y con carácter preferente aquellos territorios donde la naturaleza colocó los río. Lo contrario es hacer trampas», ha advertido.
Es por ello que durante su intervención en el acto de conmemoración del V centenario del levantamiento de las Comunidades de Castilla, García-Page ha instado a sus homólogos del Levante -especialmente a los de Murcia y Andalucía que este lunes firmaban un acuerdo protrasvase- a sentarse en la mesa y diseñar una solución al problema del agua «pensando en el mañana y en el pasado mañana», sin caer en el «cortoplacismo que no nos conduce nada más que a esquilmar nuestros recursos naturales».
«Estamos hipotecando el pasado mañana de nuestros hijos, de nuestros nietos y de la sostenibilidad ambiental que merecemos», ha advertido.
Una ‘lucha’ por el Tajo en la que Castilla-La Mancha cuenta ya con el favor de la Unión Europea. «Europa tiene claro dónde vamos, España en su conjunto lo tiene claro, el trasvasismo no conduce a soluciones de verdad», ha advertido el presidente regional. A su juicio, la solución a esta situación llegará «de la mano del consenso y del sentido común que hoy se representa de buena manera en las directivas europeas».
La reflexión es clara: «El trasvasismo no conduce a soluciones de verdad», «si fueran una solución, habría otros trasvases distintos a los que se hicieron en dictadura, cuando nadie podía arriesgarse ni plantear batalla».
García-Page también ha aprovechado su intervención en las Cortes regionales para poner en valor el concepto de ‘comunidad autónoma’ que hunde sus raíces en el ideario comunero y que nace de la Constitución del 78. Una idea de comunidad autónoma de la que ha surgido lo que es hoy Castilla-La Mancha, una identidad regional que no va «contra nadie» ni tiene carácter «excluyente», ni nació «para conseguir privilegios». «Aquí no somos castellano-manchegos a fuer de no ser españoles, sino todo lo contrario, por ser españoles tenemos identidad regional», ha defendido.
En un plano más práctico, García-Page ha valorado el éxito del Estado de las autonomías, entendiendo este como «la cercanía de la Sanidad y la Educación». «Hoy le toca a las comunidades autónomas afrontar el 90 por ciento de los retos más cotidianos que vive la gente, más aún en la actual situación de pandemia», ha aseverado.
Mujeres olvidadas: de María Pacheco a la reina Juana I
El acto celebrado este lunes en las Cortes también ha querido servir de homenaje a las mujeres olvidadas y que fueron tan protagonistas como los hombres en esta Guerra de las Comunidades.
Si hay que hablar de una protagonista, María Pacheco es, sin duda, la mayor de ellas. La llamada ‘Leona de Castilla’ mantuvo casi un año a Toledo en armas tras la caída de los comuneros en Villalar, teniendo que abandonarlo todo -pertenecía a los Mendoza, una de las familias más importantes de la época- para partir al exilio en Portugal.
Juana I de Castilla, que pasó a la historia como ‘La Loca’, es otra de las figuras clave. Ella era la reina-propietaria de la corona , si bien fue recluida primero por su padre y después por su hijo Carlos.