Desde la llegada de la pandemia, muchas cosas han cambiado en el mundo de la economía y del trabajo. Una de las transformaciones más importantes ha sido el teletrabajo, cuya práctica, se ha acelerado en el último año en las empresas que, aunque las hay que han optado por una vuelta gradual y voluntaria de los empleados a las oficinas, sin embargo, se ha producido una apuesta firme por el empleo a distancia, que está ganando la batalla al presencialismo.
Impulsados por la mejora de los datos de la COVID-19 y el fin del estado de alarma, los nuevos sistemas de organización del trabajo que se están aplicando suponen, sobre todo, un reconocimiento a todo lo aprendido durante el tiempo de la emergencia sanitaria.
La automovilística Seat, que implantó un sistema de teletrabajo masivo para todo el personal con una tarea susceptible de ser desarrollada a distancia, ha desactivado esta última semana este plan para recuperar el modelo bautizado como smart work, permite trabajar a distancia dos de los cinco días de la semana, así como organizar el propio horario laboral entre las 6,00 y las 20,00 horas. Hasta el momento, se han suscrito ya a él unos 2.250 de los 5.000 empleados en la fábrica de Martorell de Barcelona.
La farmacéutica Bayer ha recuperado también un modelo de organización híbrido que permite teletrabajar tres días a la semana.
La firma, que cuenta con unos 2.300 trabajadores en España no ha diseñado una desescalada clara y se ha limitado a recomendar el teletrabajo con el objetivo de llegar de momento a una tasa de ocupación de las oficinas del 10% o el 15%, porcentaje que luego irá creciendo.
El trabajo flexible ya formaba parte del ADN de la farmacéutica Novartis España antes de que llegara el virus, que acabó por enviar a sus casas a 2.000 de las 3.000 personas que trabajan para el grupo.
En el sector asegurador, la dirección del Grupo Axa y los sindicatos acaban de cerrar un acuerdo pionero en este ámbito que contempla dos días a la semana de teletrabajo y que afectará a toda la plantilla de 2.500 personas de la compañía (500 en Cataluña).
El sector de la banca, por ejemplo, también ha incluido en los últimos meses en los convenios estatales de ahorro y de banca referencias a compensaciones por teletrabajo, aunque deja abierto el porcentaje de tiempo que se puede dedicar a él para que lo concrete cada entidad.