Un lugar tranquilo y sin aglomeraciones, con la inmensidad del mar cerca y coronado por una belleza natural arrolladora. Buscar un destino original y único es uno de los mayores objetivos de los viajeros. Una meta aún en curso para muchos, en pro de apurar el buen tiempo antes de que finalice este verano y que, afortunadamente, está al alcance de la mano sin ni siquiera tener que salir de España.
Y es que, el territorio nacional está salpicado de lugares mágicos que cualquiera diría han salido de una postal. Porque, más allá de la península, el país cuenta con enclaves, dentro y fuera del agua, literalmente, donde la desconexión y las nuevas experiencias están más que garantizadas.
Se trata de sus islas, esos pequeños pedazos de tierra en medio de aguas ideales para relajarse y rodeados de una naturaleza, casi se podría decir, que salvaje. Pero no solo eso. Son también puntos para reencontrarse con la historia, con los orígenes y poder saber más de los hombres y mujeres que poblaron este país hace siglos.
Para no perderse en la búsqueda de estas joyas, a continuación se recogen algunos de los destinos naturales que están triunfando esta temporada. Viéndolos, es fácil entender porque gustan tanto a sus visitantes. Cercanos y hermosos, pueden ser una apuesta segura para pasar unos días de ensueño.
El ‘caribe’ gallego
Islas Cíes. En la parte Baja de las Rías gallegas encontramos estas joyas (Monteagudo, do Fato y San Martín) que pertenecen al archipiélago de Pontevedra y que forman parte de la Islas Atlánticas de Galicia. Un Caribe Gallego que hay que visitar, al menos, una vez en la vida. La forma de acceder es por mar. Se encuentra a tan solo 40 minutos desde Vigo, la ciudad Olívica; aunque también se puede llegar desde Cangas, otro pequeño paraíso que dispone de 39 arenales y de numerosos miradores. Se puede aprovechar el viaje para conocer otros puertos de salida, como Baiona o Sanxexo, que son realmente encantadores. Tampoco hay que perderse la playa de Rodas, reconocida internacionalmente como «la mejor playa del mundo».
Historias de piratas
Isla de Tabarca. Este terruño lleno de calas y playas transparentes, habitado en el pasado por piratas berberiscos y rodeado de murallas declaradas Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico Artístico, está situado en pleno Mar Mediterráneo, concretamente en la Comunidad Valenciana. Se encuentra a tan solo 40 minutos en barco desde Alicante, que es una parada obligatoria, especialmente el Castillo de Santa Bárbara, pues ofrece la mejor panorámica de la ciudad. El trayecto también se puede realizar desde otras ciudades de la Costa Blanca, como Santa Pola o Benidorm. Todas ellas hacen una cadena de paraísos que siempre está bien visitar. De hecho, este año la Costa Blanca vuelve a estar de moda, con un incremento en las reservas del 14 por ciento con respecto a 2020.
Hogar de leones marinos
Isla de lobos. Entre las islas de Lanzarote y Fuerteventura, apenas a 15 minutos de navegación desde esta última, se encuentra esta isla habitada en el pasado por leones marinos. Se puede ir en ferry, watertaxis o mediante tours organizados. De Lanzarote parten desde Corralejo, uno de esos enclaves que no son tan populares pero que constituyen una joya de la naturaleza, con paradisiacas playas de arena blanca y agua turquesa. Se puede ir también desde Playa Blanca, el tercer enclave turístico de la zona. Acceder desde Fuerteventura permitirá conocer un destino único. Como curiosidad: solo se puede pasar cuatro horas en la isla, pero es tiempo suficiente para conocer sus dos playas: el Puertito de Lobos y la Playa de la Concha.
Archipiélago inhabitado
Cabrera. Apenas a 10 kilómetros de la costa sur de Mallorca se encuentra un archipiélago inhabitado de 19 islotes que se usó en el siglo XIX como prisión. El mayor atractivo del Parque Nacional de Cabrera es su abundante flora y fauna, única en el mundo, que se puede apreciar tanto fuera como dentro del agua, lo que la convierte en un lugar ideal para hacer esnórquel. Para llegar a este pedazo de paraíso basta con coger un barco desde la Colonia de Sant Jordi, la cual cuenta con las playas más bonitas y calas más tranquilas de Mallorca, además de un entorno urbano muy acogedor. Precisamente, Mallorca este año despunta como destino favorito de los españoles, con un aumento de las reservas de 108 por ciento frente a 2020.
Una joya desconocida
Isla de Ons. Situada a la entrada de la Ría de Pontevedra, es la gran desconocida del Parque Nacional de las Illas Atlánticas de Galicia, sin embargo, merece una mención aparte porque es el lugar perfecto para desconectar y ver las estrellas, ya que no hay ruido ni iluminación por las noches. Ocupada antiguamente por piratas, en la actualidad se pueden encontrar restos romanos, de reyes medievales y godos, entre otros. Únicamente hay dos formas de visitar este enclave: en barco privado o con una naviera desde ciudades estrella de Galicia: Sanxenxo, zona del litoral con más banderas azules de toda España; Portonovo, pueblo costero donde abunda la tranquilidad; Bueu, lugar donde comienza la ría de Pontevedra; y Vigo, la mayor ciudad de Galicia. No hay excusas para no descubrirla.
Paraíso sin asfaltar
La Graciosa. A tan solo 30 minutos en barco desde Lanzarote, y perteneciente al Archipiélago del Chinijo, se encuentra La Graciosa, pueblo pesquero lleno de paisajes volcánicos, playas vírgenes y con la mayor reserva marina de Europa. Para llegar allí existen línea de ferrys que parten cada media hora desde el puerto de Órzola en Lanzarote, isla con una impresionante concentración de playas y miradores de escándalo. Debido a que se encuentra sin asfaltar, y con el fin de preservar la reserva natural, la recomendación es visitar el lugar andando o en bicicleta, aprovechando para perderse y disfrutar de todo su encanto. Como dato importante, las reservas a este destino se han disparado un 91 por ciento en comparación con el año pasado.