La Asociación Manuel Azaña va a emprender la primera investigación sobre la fosa común del Cementerio Municipal de Talavera, que alberga los restos de los represaliados por el franquismo durante la guerra civil y la posguerra. El inicio de lo que se presenta como una primera fase de los trabajos será posible gracias a una subvención de 8.000 euros concedida por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, según ha explicado a La Tribuna el presidente de la Asociación Manuel Azaña, Isabelo Herreros.
«Aquí queda mucho por hacer», advierte Herreros sobre un proyecto que tendría que ser mucho más amplio. Esta asociación ha llevado a cabo un proyecto similar en Toledo para cuantificar, identificar y ubicar en el Cementerio de la capital a los fusilados republicanos represaliados por el franquismo, además de una iniciativa sobre la fosa común deTembleque. En el caso de Toledo, el estudio estima como resultado provisional, que hay 1.787 víctimas del franquismo enterradas en su cementerio, de las que 783 están todavía sin identificar.
En el caso de Toledo, el trabajo se hizo con una subvención de la Federación Española de Municipios y Provincias, solicitada también para Talavera que, sin embargo, ha sido denegada, para extrañeza de la asociación proponente, si bien la solicitud ha sido formulada directamente desde el Ayuntamiento: «No entendemos la negativa, que se niegue un dinero librado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que la FEMP distribuye, para la ciudad de Talavera, cuando aquí no se ha hecho nada».
Esa nada que apunta Herreros será el punto de partida de la investigación, ya que ni siquiera existen datos aproximados sobre el número de personas que puedan estar enterradas en la fosa común y tampoco parecen darse muchas facilidades. De hecho, explica Herreros, la asociación ha presentado un recurso al Ministerio de Justicia para que se autorice el acceso a los datos del Registro Civil, después de que se les haya negado la consulta, que en teoría debería estar abierta para investigadores.
Con la primera fase de los trabajos se podrá hacer una aproximación a la realidad de la fosa común, en la que no ha habido exhumaciones, con la excepción de los restos de Enrique Horcajuelo, cuya familia luchó durante varios años para conseguirlo. «Para llegar a esa fase de exhumaciones hay que hacer mucho trabajo», advierte el presidente de la Asociación Manuel Azaña, según el cual «la cárcel de la Seda de Talavera fue una prisión bastante importante, muy siniestra, que se mantuvo durante toda la posguerra y en la que se siguió juzgando y procesando».
Herreros considera que Castilla-La Mancha es «el farolillo rojo» en materia de memoria histórica: «La provincia de Toledo es ya una cosa escandalosa», recalca. Recientemente, la Asociación Manuel Azaña ha mantenido una reunión con la Secretaría de Estado de Memoria Democrática en la que, entre otras cuestiones, se ha abordado la posibilidad de elaboración de un estudio previo sobre la cuestión.
En septiembre, la Asociación Manuel Azaña lanzó una campaña para pedir colaboraciones privadas con las que ampliar el mapa que existe hasta ahora de las fosas comunes en la provincia de Toledo, en las que hay 48 registradas, de las cuales solo 12 se han exhumado por completo. «La vía de financiación pública no nos permite el desarrollo de todas estas tareas que consideramos de suma importancia al ser la provincia de Toledo una de las más castigadas durante la Guerra Civil y después de la misma, pero que ha sido, esta represión, muy poco investigada y necesita de una nueva visión más científica en su desarrollo», explicaba la asociación, que quiere asumir este proyecto en el año 2023.