Este miércoles se inauguraba el edificio residencial del callejón de Menores número 12, donde se ha puesto en marcha el negocio de apartamentos turísticos de lujo ‘Casa de Rodrigo de la Fuente’. Ante este hecho, Iniciativa Ciudadana por el Toledo histórico recuerda que el inmueble fue restaurado totalmente por el Consorcio de Toledo con un presupuesto final de 552.149,60 euros públicos, «financiando un proyecto experimental de restauración de la Escuela de Arquitectura, y sus viviendas iban a ser destinadas al alquiler residencial, a precio tasado, prioritariamente para estudiantes universitarios».
Es, para Iniciativa, «la historia resumida de cómo, otra vez, nuestro dinero público, gestionado por el Consorcio de Toledo, termina en edificios o viviendas utilizados como negocios del sector empresarial turístico». Una historia que, por capítulos comienza hace unos doce años, cuando el Consorcio de Toledo se fija en el edificio residencial, con nivel ‘P’, en estado ruinoso, del callejón de Menores número 12, en el barrio del Casco Histórico.
Casi simultáneamente, se presenta un proyecto experimental de la Escuela de Arquitectura para restaurar el mismo. El Consorcio aprueba ejecutar el proyecto experimental de la Escuela de Arquitectura argumentando apoyar restauraciones I+D+I de edificios, y en la necesaria revitalización de población del Casco. Consorcio y el propietario del edificio firman «un misterioso convenio, misterioso por nunca publicado, válido hasta el año 2027», del que se han filtrado los siguientes puntos: 75 por ciento de los espacios habitables resultantes del edificio se destinan a alquiler residencial, a precio tasado, dando prioridad a estudiantes universitarios; doce visitas al año al edificio, previa autorización del propietario, para investigadores o similares; una visita al edificio a la semana de grupos apuntados a las rutas de ‘Patrimonio Desconocido’ del Consorcio de Toledo; y 30 días al año de uso de los sótanos abovedados del edificio para el Consorcio de Toledo.
A cambio de todo ello, continúa Iniciativa, el Consorcio pone 552.149,60 euros de dinero público, el coste final de ejecución total del proyecto de restauración y el propietario se compromete a devolver 100.000 euros al consorcio en un plazo de diez años.
Sin embargo, «terminada la restauración del edificio, ni el Consorcio de Toledo, ni el propietario del edificio, sacan las viviendas previstas para ser alquiladas, a precio tasado». De hecho, continúa Iniciativa, el propietario pone el edificio, restaurado totalmente con dinero público, en venta, por 900.000 euros, y lo anuncia como edificio con apartamentos turísticos. Lo vende a «inversores locales», según el Ayuntamiento. El nuevo propietario del edificio, «paga los 100.000€ a devolver al Consorcio de Toledo, y, con autorización municipal, entierra los apartamentos residenciales en alquiler establecidos en el convenio del Consorcio válido hasta 2027, y convierte el edificio en un negocio de apartamentos turísticos de lujo, pero añadiendo 15 pernoctaciones dobles gratuitas al año para personas vinculadas a actividades del Consorcio».
Otro escándalo. Para Iniciativa, sin duda «estamos ante otro ejemplo, escandaloso, de dinero público manejado por el Consorcio de Toledo que termina en la turistificación empresarial inmobiliaria del parque de edificios residenciales del Casco, con la complicidad activa del Ayuntamiento de Toledo». No en vano, recuerda, la Alcaldía de Toledo preside la Comisión Ejecutiva del Consorcio, que propone, elige y aprueba los proyectos y presupuestos a ejecutar. Así pues, «descontados los 100.000€ que según dice el Consorcio han sido ‘recuperados’, hemos pagado, en total, 452.149,60 euros públicos, netos, a fondo perdido, en restaurar un edificio que se anunció para alquiler residencial precio tasado, pero que se abre como negocio privado de seis apartamentos turísticos de lujo».
En este tiempo de crisis social y económica para tantas familias y trabajadores que apenas pueden pagar su vivienda y menos pagarse unas vacaciones en apartamentos turísticos de lujo, «el resultado de este gasto de cientos de miles de euros públicos a fondo perdido, es de auténtica vergüenza para los responsables del Consorcio y del Ayuntamiento de Toledo».