Alicia H. Puleo es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de Valladolid y una de las principales teóricas del ecofeminismo, el punto de encuentro entre dos movimientos que comparten premisas de cambio similares y algunos aspectos divergentes. «Hay varias razones para vincular ecología y feminismo», apunta la pensadora. «Pero el objetivo es que el ecologismo no reniegue de las conquistas del feminismo y no aspire a un retorno preindustrial», añade. La simbiosis entre ambos campos cristaliza en Claves ecofeministas. Para rebeldes que aman a la Tierra y a los animales, la última obra de una autora con un extenso bagaje en esta materia. El libro cuenta con un prólogo, cuatro capítulos y un epílogo en los que Puleo aborda los cuidados, la autonomía de las mujeres, la educación ambiental y la cuestión sobre la condición de los animales. Cada apartado fue presentado por una especialista en la materia: Teresa Peña, Carmen Martín, Eva Jiménez y Helen Bravo, respectivamente.
«El ecofeminismo fue forjado en Francia durante la década de los setenta del siglo pasado», desgranó Puleo. El origen histórico de esta confluencia se remonta a un periodo marcado por la demanda de cambios sociales en diferentes puntos del mundo. «Luego surgieron algunas corrientes y algunas muy existencialistas que se llevan mal con el feminismo», añadió. La filósofa reclamó este concepto como actual y pidió su aplicación inmediata ante el «momento de emergencia» que vive el planeta.
«Tenemos que redefinirnos de una manera más modesta: no como conquistadores de la tierra, sino como seres vulnerables de la cadena que así la preservan», declaró Puleo. Durante su intervención, la escritora se refirió «al colapso o deterioro importante» que diferentes estudios y publicaciones académicas prevén para mediados del presente siglo. «Las mujeres tenemos como tradición las habilidades de los cuidados. Podemos transformar la cultura para que todos nos sumemos a los cuidados y lo hagamos más allá de nuestra especie».
Una investigación profunda. El primer acercamiento al ecofeminismo que Puleo plasmó en un ensayo surgió en el año 2011, cuando la catedrática publicó Ecofeminismo: para otro mundo posible, una obra que el paso del tiempo ha convertido en una referencia para todos aquellos que deseen acercarse a la descripción realizada y los postulados de transformación propuestos. «Fue un libro denso, con voluntad de comunicar, pero con un vocabulario mucho más filosófico». La complejidad de las explicaciones dificultó el acceso de una parte de los lectores a este libro. «Algunos jóvenes me dijeron que habían empezado a leerlo, pero no eran capaces de continuar». Aquellas trabas motivaron un cambio en la escritura de Puleo. «Y pensé en hacer otro adaptado».
De Claves ecofeministas. Para rebeldes que aman a la Tierra y a los animales su autora contó «que no es banal y tiene la profundidad que tiene que tener». El proceso de redacción alumbró «un texto que es transparente» y que disfruta de las ilustraciones y el aporte audiovisual de la artista Verónica Perales.