La Bahamontes: 238 kilómetros para recordar al mito

Á. de la Paz
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El centenario Real Velo Club Portillo de Madrid organiza la primera ruta de homenaje al Águila de Toledo. La hija del ganador del Tour de Francia de 1959 insiste en la creación de un museo

Los participantes, junto a la hija adoptiva, realizaron la ofrenda floral en la tumba de Bahamontes. - Foto: Yolanda Lancha

Una treintena de ciclistas aficionados del madrileño Real Velo Club Portillo refrescaron el recuerdo de Federico Martín Bahamontes, fallecido el pasado 8 de agosto. La comitiva, con salida y meta en la capital española, llegó al cementerio de la ciudad minutos después de las 14.00 horas. Victoria Sahagún, hija adoptiva del ganador del Tour de Francia de 1959, recibió un ramo de flores con la inscripción de «leyenda viva». Los participantes en el homenaje realizaron la ofrenda en la tumba donde descansan los restos del genial escalador toledano.

La primera edición de La Bahamontes, una marcha de 238 kilómetros con origen y destino en Madrid y paso por Toledo, pretende consolidarse en años venideros. El recorrido se inicio minutos después de las 7.00 horas y se detuvo, con motivo del almuerzo en la localidad de Gerindote. La intención de sus promotores es regresar a Toledo cada año «siempre que sea posible», en aquellas fechas en las que las condiciones climatológicas favorezcan el desarrollo de tan larga ruta.  

«El objetivo es mantener la leyenda viva», explica Miguel Ferrero, presidente del centenario Real Velo y organizador de la marcha. El Águila de Toledo, «además de ser uno de los mejores ciclistas de la historia, ha sido socio del club», añade. El tributo apuesta por mantener el legado de una de las grandes estrellas del ciclismo español, primer corredor nacional en coronarse en París.

Su hija insistió en la talla del homenajeado. «Según el Tour de Francia y el diario L'Equipe, es el mejor escalador de todos los tiempos». Más allá de sus méritos deportivos, cincelados durante las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo pasado, fue «un toledano internacional», arguyó.

«Es historia; no se tiene que olvidar que es uno de los mejores deportistas de este país», remarcó Sahagún.

El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Toledo, Rubén Lozano, se unió al cortejo y participó del homenaje popular brindado en el camposanto.

MUSEO BAHAMONTES. Los «deberes» que el Águila de Toledo dejó a su hija incluyen la creación del Museo Bahamontes, un centro que honrará la memoria del querido ciclista. «Era su sueño», proclamó Sahagún, quien aseguró que «será una realidad en Toledo o en otro sitio».

Además, el próximo día 28, el ciclista recibirá la Órden Olímpica a título póstumo.

La escultura del ciclista, inaugurada en mayo de 2018 y vandalizada el pasado mes de diciembre, aguarda su restitución en la cuesta de las Armas.