Jorge Jaramillo

Mi media Fanega

Jorge Jaramillo


Expovicaman y el orgullo manchego

06/05/2024

Albacete abre esta semana su mítica "Puerta de Hierros" en el recinto ferial para acoger y abrazar -como antaño- la feria agroganadera con más arraigo y solera del calendario regional, en un momento en el que la ganadería ovina, especialmente, necesita recuperar su orgullo y recomponerse del roto de la viruela, ahora que se cumple precisamente un año del último positivo en Casas de Fernando Alonso, Cuenca.
En esta edición, además, Expovicaman (del 9 al 12) celebra su 40 aniversario con un programa amplio de actividades, exposiciones, charlas y otros encuentros profesionales donde no faltará, por supuesto, la emblemática subasta de sementales de raza manchega que, de forma itinerante, viene celebrando la Asociación AGRAMA, hasta que la pandemia del COVID, y después este otro maldito virus invisible desencadenó el confinamiento de los rebaños, llevando a los interesados y a la organización de estas pujas a abrir escaparates virtuales por ordenador para no perder la tradición.
La asociación de raza manchega recupera ahora la presencialidad en un momento de reparación, de reintroducción y de reposición de los animales perdidos en las ganaderías que sufrieron el vaciado sanitario, -la mayoría han decidido seguir y reanudar su actividad tras el sacrificio forzoso de todos su cabañas-, con el dolor que todo aquello generó, además de representar la pérdida de un material genético de incalculable valor.
En la mayoría de los casos, esos selectos rebaños, -envidia del catálogo nacional de razas autóctonas-, fueron fulminados en el matadero y con ellos, muchos años de trabajo por lograr y preservar la pureza de una raza que es única y que es seña de identidad de la región por ser la madre de dos de los productos más reconocidos en el lineal, el queso manchego y su cordero con indicación geográfica protegida.
 Hace bien por eso la consejería de Agricultura en sacar una ayuda para compensar el lucro cesante por todo el tiempo de inactividad comercial, porque sabe que las indemnizaciones por sacrificio no cubren el coste de una oveja nueva, urge actualizar esos precios, ni las ayudas de reposición son suficiente revulsivo para levantarse de un golpe como este. También hizo bien en su momento el consejo regulador del queso manchego en homenajear a todos los afectados que, de la noche a la mañana, perdieron todo lo que durante años se había convertido en su medio de vida e ingresos.
 Por eso, el hecho de que coincida con Expovicaman la feria del Queso Manchego, hace que esta edición sea aún más compacta y oportuna ahora que el objetivo es recuperar también el potencial productivo de la tan demandada leche de oveja. Es como la vuelta a una casi obligada normalidad en la que sin embargo, más allá de las subvenciones, se trabaja por reparar este roto con un banco de germoplasma que ayude a los productores a contar con material genético de alto valor para preservar la especie, pase lo que pase.
Porque no está siendo fácil localizar nuevos rebaños para acometer esa reposición, por lo que este trabajo silencioso de la asociación, de sus técnicos, veterinarios, en colaboración con el centro regional de Selección y Reproducción animal CERSYRA (IRIAF) de Valdepeñas, será capital para garantizar el futuro los próximos años.
Por supuesto que Expovicaman es también una feria agrícola, con otras exposiciones y representación de segmentos productivos claves de nuestra agricultura. Al fin y al cabo, la raza manchega no vive ni pasta en una burbuja aislada de todo lo demás.