El Gordo es caprichoso

Galán
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La administración de lotería La Caprichosa triunfa repartiendo un décimo del primer Gordo toledano y hasta cuatro quintos premios. La historia de la celebración muestra la alegría y la emoción de dos hermanos que regentan este establecimiento

Rodrigo, Alberto y Carlos regentan La Caprichosa y ayer disfrutaron del sorteo. - Foto: Yolanda Lancha

La emoción es difícil describirla con palabras. Es más sencillo detectarla al ver lágrimas de ilusión en los ojos, al sentir el abrazo entre dos hermanos o al presenciar la llamada de un hijo a su madre diciéndole «ya está, ya nos ha tocado el Gordo». Hay que ver lo que es capaz de hacer la conjunción de cinco números elegidos por el azar. Se trata del 88.008, la cifra que ha supuesto el Primer Premio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad y que supone el primero que recae sobre una administración toledana en toda la historia. 

Aunque si se habla de historias hay que destacar la de Rodrigo, Carlos y Alberto. Son dos hermanos y un amigo inseparable que regentan La Caprichosa, una administración de lotería que este 22 de diciembre ha celebrado cinco premios de 13 posibles. Una situación que ha servido para que la noticia que saltaba pasada la 13:00 horas del mediodía, ni más ni menos la que revelaba que habían vendido el Gordo en su establecimiento, les pillaba de celebración. Más que nada, porque estos tres protagonistas y todo su equipo se pasaron la mañana de ayer haciendo lo propio. No terminaban de festejar un quinto premio cuando llegaba otro.

La calle Comercio olía a champán y no por casualidad, sino porque si no era Rodrigo, era Carlos y si no Alberto el que descorchaba una y otra botella para festejar que la suerte estaba de su lado. Estaba siendo caprichosa.

Rodrigo, Alberto y Carlos regentan La Caprichosa y ayer disfrutaron del sorteo.Rodrigo, Alberto y Carlos regentan La Caprichosa y ayer disfrutaron del sorteo. - Foto: Yolanda LanchaSin embargo, en los pequeños descansos que les otorgó el sorteo, Rodrigo auguraba que lo mejor estaba por venir. Carlos, incluso, se acordaba de su padre fallecido, afirmando que les iba a ayudar desde el cielo. Y no les faltó razón. 

El 88.008 apareció y desató la locura. El Gordo caía en Toledo y lo hacía en su establecimiento. Un sólo décimo, pero valía 400.000 euros y la recompensa a muchas horas de trabajo y sacrificio. Alberto narraba como eran sus días en el mes de diciembre, «con el tono de todos los teléfonos del local sin dejar de sonar porque nadie quería quedarse sin su décimo». 

Era momento de seguir celebrando, de abrir más botellas y, sobre todo, de abrazarse. Rodrigo, con los brazos en alto, gritaba «¡lo sabía!» como respuesta a su pálpito. La calle se agolpaba de vecinos y turistas que sacaban sus móviles para inmortalizar el momento, porque las emociones no se describen con palabras, se viven y se sienten. En La Caprichosa lo saben bien.

Rodrigo, Alberto y Carlos regentan La Caprichosa y ayer disfrutaron del sorteo.Rodrigo, Alberto y Carlos regentan La Caprichosa y ayer disfrutaron del sorteo. - Foto: Yolanda LanchaAl margen del Gordo, esta administración repartió suerte con cuatro quintos distribuidos en un total de cinco décimos, es decir, 30.000 euros más. Dos de ellos fueron con el número 1.568, mientras que los tres décimos restantes fueron premiados por los números 45.353, por el 57.421 y por el 88.979. Estos dos últimos compartieron suerte con la administración lotera que se sitúa a tan sólo unos metros de distancia, con los vecinos de Doña Lola.

En definitiva, el famoso sorteo navideño ha demostrado que el Gordo es caprichoso, pero que el destino lo es más, porque ha querido que lo disfrutaran esta familia y toda su gente. El año que viene nadie querrá irse de Toledo sin su décimo de La Caprichosa.