Miguel Ángel Sánchez

Querencias

Miguel Ángel Sánchez


Sólo es aceptable el cierre del Tajo-Segura

10/05/2024

No es el tiempo de cambiar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, sino de cerrarlo. A estas alturas es un error ser partícipes del mercadeo de hectómetros cúbicos propuesto por el ministerio, con el único objetivo de seguir ganando tiempo y mantener una infraestructura que debería estar cerrada desde hace décadas a tenor de la realidad del propio Tajo. Ahora no se trata de dar cifras de los distintos niveles, sino de fijar la fecha de su cierre. Cierre del trasvase desde la presa de Bolarque incluida la ramificación a la Mancha. El Tajo no es responsable del desastre de la gestión del agua en la cuenca del Segura, como tampoco lo es de la de la cuenca del Guadiana.
Ahora, avanzado un cuarto del siglo XXI, sólo se puede plantear el cierre inmediato del trasvase Tajo-Segura. Su mantenimiento obedece simplemente a cuestiones políticas, dejando de lado -como siempre- la realidad del propio Tajo.
Siguen sin concretarse los denominados «excedentes» del Tajo, asunto sin dilucidar desde la Ley 52/80, como si a un río y más a su cabecera le pudiera sobrar agua. Desde ese momento hasta la actualidad ninguno de los planes hidrológicos que se han ido aprobando ha determinado el concepto de excedente, huyendo en todo momento de la consideración de la cabecera del Tajo como la cabecera del propio río, y tomándola simplemente como la cabecera del trasvase. Esta aberración ha sido asumida por todos los gobiernos que se han sucedido, incluso el actual con el plan de cuenca vigente. Y por tanto certifica el incumplimiento de la ley pilar sobre la que se sustenta el trasvase Tajo-Segura: la absoluta prioridad de la cuenca del Tajo, que en ningún caso se respeta, limitándose incluso las propias salidas desde el embalse de Bolarque hacia el río, y disminuyendo los usos en la cuenca del Tajo, para de facto y tergiversando la ley, crear excedentes ficticios con los que mantener a ultranza el trasvase. Usurpación y mentira que sustentan el trasvase Tajo-Segura.
Las sentencias del Tribunal Supremo fijaron por fin, contra la intención del propio ministerio, caudales ecológicos en el río Tajo. Es inaceptable postergar esos caudales hasta el año 2027, e implica un incumplimiento explícito de las sentencias del Tribunal Supremo. Pero es que además esos caudales son mínimos e insuficientes. Por tanto es imprescindible la revisión del régimen de caudales desde ya, y no solamente los mínimos, en todo el eje del Tajo. Caudales adecuados, reales y serios, que devuelvan la dinámica natural al río, tal como la ley establece.
No es el tiempo de fijar en 25, 22, 20 o 10 los hectómetros cúbicos a trasvasar. Basta ya de mercadear con el Tajo. Asistimos a un proceso anacrónico y viciado que trata simplemente de perpetuar el trasvase Tajo-Segura y con él la agonía del río. Tengo claro que o hay Tajo o hay trasvase. Y desde siempre me quedo con el Tajo. Un río frente a una tubería. Un ecosistema vivo frente a un negocio insostenible. Sólo es aceptable el cierre del Tajo-Segura.