La mirada más fiel de la Guardia Civil

M.G
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La Comandancia de la Guardia Civil celebra el 50 aniversario del Hospital Nacional de Parapléjicos con una exhibición canina por la mañana y una demostración de la Unidad de Seguridad Ciudadana por la tarde

La mirada más fiel de la Guardia Civil - Foto: Y. Lancha

Con la mirada atenta, órdenes precisas y ganas de hacerlo perfecto para llevarse el premio, atrapar el mordedor y llevarse un caluroso aplauso. El Servicio Cinológico de la Guardia Civil, el primer centro dedicado a esta labor que opera desde 1951, ubicado en El Pardo, celebró esta mañana  el 50 aniversario del Hospital Nacional de Parapléjicos con una completa exhibición para dar a conocer el trabajo de los perros dentro del Cuerpo, la pericia de los instructores y los resultados infalibles tras horas de entrenamiento para que aprendan a detectar monedas y billetes, drogas, explosivos y rescaten personas.

Una zona del aparcamiento del hospital se reservó para la exhibición, que incluyó también un curioso mercadillo de carpas con una selección de materiales, dispositivos y otras herramientas principales para el día a día de la Guardia Civil. Sin duda, el sofisticado robot de detección de explosivos se convirtió en la mayor atracción durante buena parte de la mañana, compitiendo directamente con el dron que pilotaba uno de los agentes para mostrar las habilidades del vehículo aéreo.

Este 'mercadillo' contó con la presencia de las autoridades que compartieron la celebración. La delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, el subdelegado del Gobierno en Toledo, y Carlos Ángel Devia, asistieron y acompañaron al general jefe de la 2ª Zona de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, Francisco Javier Cortés; al coronel jefe de la Comandancia, Javier Vélez; a la directora del Hospital Nacional de Parapléjicos, Sagrario Carabaño; y a parte de la plantilla sanitaria del centro.

La mirada más fiel de la Guardia CivilLa mirada más fiel de la Guardia Civil - Foto: Y. LanchaLa jornada de puertas abiertas organizada por la Comandancia de la Guardia Civil comenzó con un sencillo acto institucional en el hall del hospital en el que intervino la directora del centro sanitario, el general Francisco Javier Cortés, y la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, que cerró el acto agradeciendo el esfuerzo de la Guardia Civil, su implicación en labores de control y de prevención. 

Además, destacó la experiencia y la profesionalidad de un hospital considerado «un centro de referencia nacional e internacional» que ha conseguido a lo largo de los años transformarse «en un centro de desarrollo tecnológico y de innovación puntero en el tratamiento de la lesión medular».

Tolón también resaltó que el Hospital de Parapléjicos cuenta «con el apoyo del Gobierno, comprometido con los valores de dedicación, profesionalidad y excelencia; con la apuesta permanente por una sanidad pública, universal y de calidad y por la autonomía y la integración plena de las personas con discapacidad».

En relación a las labores de la Guardia Civil, la delegada del Gobierno señaló los avances en materia de seguridad vial que han logrado la reducción de la siniestralidad en las carreteras de la mano de la vigilancia, el control y la prevención.

Por último, Tolón volvió de nuevo su mirada al hospital para subrayar que este gran centro «ofrece certezas y pone a la ciencia al servicio de la recuperación de los pacientes». Y más allá, cumplidos ya los cincuenta años de servicio, se ha convertido «en un centro de esperanza y de luz que ofrece un futuro mejor a las personas que han sufrido lesión medular». 

Habilidad canina. La Guardia Civil a caballo también tuvo su protagonismo a media mañana. Al son de corneta desfiló abriendo la exhibición, cediendo el testigo a los perros ante un público que se sintió en familia. El cabo Pedro salió con un pastor alemán que no le quitó ojo en ningún momento y siguió las instrucciones con rapidez, sin despegarse de sus piernas. El ejercicio de habilidad terminó con el agente simulando inspeccionar, pistola en mano, con su fiel compañero de mirada alegre.

Poco después, el agente Jonás, con un gracioso beagle, se acercó a un grupo de voluntarios y el perro soltó un aullido y se quedó congelado al lado del que llevaba un botín de billetes y monedas, demostrando que  estaba encantado con el reto.