«En 1914, el joven cine acudió al frente como un recluta más»

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El historiador Fernando Martínez Gil puso punto final al ciclo 'La Gran Guerra: Historia, Arte, Cine'. Mostró tanto las producciones contemporáneas de los hechos como las películas que posteriormente han interpretado el conflicto

Fernando Martínez Gil en la Facultad de Humanidades de Toledo. - Foto: David Pérez

«El cine fue, probablemente, el arma más poderosa de cuantas fueron experimentadas durante la Primera Guerra Mundial. Tenía alrededor de veinte años cuando comenzó la contienda y podría decirse que fue llamado a filas como si se tratara de un recluta más». El historiador Fernando Martínez Gil, profesor de la Facultad de Humanidades y responsable del Cine Club Universitario de Toledo -que ha alcanzado ya quince ediciones-, cerró ayer el seminario de otoño organizado en torno a la Gran Guerra desde la perspectiva de la historia, el arte y el cine.

El ponente señaló al inicio de su conferencia que la aparición del cine coincidió con la ‘Paz Armada’, la etapa de tensión política y social que tenía lugar en Europa desde finales de la Guerra Franco-Prusiana, o lo que Eric Hobsbawm denominó la ‘era del Imperio’. «En este contexto sería testigo de conflictos coloniales como la Guerra de los Bóers (Sudáfrica, 1899-1902) y la independencia de Cuba y Filipinas en 1898», pero no sería hasta 1914 cuando desplegase todo su potencial no solamente como canal de información, sino también como herramienta para la propaganda. «En aquellos años pioneros eran comunes las recreaciones de las operaciones bélicas: el público de esos primeros noticiarios no solamente acudía al cine a conocer lo que sucedía, sino a disfrutarlo de la forma más espectacular y menos aburrida posible».

A las tomas de esos camarógrafos que, aparentemente, filmaban entre los cañones enemigos, se sumaron pronto las primeras estrategias para conmover al espectador a través de los caídos, los vencedores o los desfiles militares.

La charla de Fernando Martínez Gil, que incluyó la proyección de la película L’Héroïque Cinématographe (Laurent Veray y Agnès de Sacy, 2003), un documental elaborado a partir de los materiales recogidos durante la Primera Guerra Mundial por dos operadores diferentes, uno alemán y otro francés, abordó tanto el cine contemporáneo de aquellos hechos -en 1916 tuvo lugar La batalla del Somme (filmado por Geoffrey Malins y John McDowell), considerado el primer documental de guerra de la historia- como las películas que posteriormente han recreado los hechos ocurridos entre 1914 y 1918. Entre ellas, producciones tan recientes como Caballo de batalla (Steven Spielberg, 2011). El historiador recomendó la lectura de La Primera Guerra Mundial en elCine. El refugio de los canallas (T&B Editores), recientemente publicado por Emilio G. Romero, y también las investigaciones realizadas sobre la época contemporánea en la gran pantalla por Shlomo Sand y el español Ángel Luis Hueso.

La conferencia incluyó desde ejemplos de cine patriótico (realizados entre 1914 y 1918) hasta referentes pacifistas de los años cincuenta, «cuando se volvió la mirada a la Gran Guerra para mostrar la crueldad por la crueldad de un conflicto sin sentido». Un amplio panorama, en definitiva, que aun siendo mucho más reducido que el dedicado a la Segunda Guerra Mundial posee referentes en todos los géneros, desde el musical y la comedia hasta el terror.