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El perro con rabia que mordió a tres niños el pasado 1 de junio ha puesto en alarma a la Junta de Comunidades, que ha girado una resolución a los ayuntamientos de la provincia, en la que les recuerda su obligación de controlar a los animales callejeros. Si no cuentan con los medios suficientes, les ayudará la Diputación provincial. La Dirección General de Agricultura y Ganadería recuerda en una disposición que publicó ayer que las entidades locales de 56 municipios de la provincia, incluidos Toledo, tienen que reforzar el control sobre los animales vagabundos, que les otorga una ley regional de 1990, y que incluso les obliga a abatirlos si suponen una amenaza.
El director general, Tirso Yuste, recuerda que todas estas disposiciones ya las recoge la ley. La existencia de animales vagabundos está prohibida, con rabia o sin rabia. No habría que esperar a situaciones como esta para retirarlos, puesto que hay elementos de seguridad ciudadana y salud pública que recomiendan cercenar la existencia de los mismos, «que son un riesgo para la salud pública, la salud animal y la seguridad ciudadana».
El protocolo marca que los ayuntamientos deberán aumentar una vigilancia activa de los animales. Si no tienen dueño o no se puede identificar, los recogerán y los conducirán a un depósito propio o que tengan concertado. Superado el tiempo legal, si nadie los reclama o no se encuentra un nuevo dueño para ellos, la ley autoriza su eutanasia.
Además, las distintas perreras y centros de recogida de animales no van a poder dejar salir a ninguno de ellos que no haya sido vacunado de la rabia durante el último año.
El Ayuntamiento. La resolución de Agricultura llegó ayer al Ayuntamiento de Toledo, y la Adjuntía de Medio Ambiente se ha puesto de inmediato a trabajar. Hoy mismo se va a desarrollar una reunión con otros servicios municipales, incluida la Policía Local, en la que se coordinarán las acciones a llevar a cabo. El portavoz municipal, Rafael Perezagua, asegura que ante una situación de tipo sanitaria como esta, «todo el mundo tiene que poner todos los medios que tiene para llevarlo adelante».
En Toledo no existen demasiados problemas con perros vagabundos. El problema son los gatos. Perezagua asegura que el Ayuntamiento podrá los medios necesarios que pidan las autoridades sanitarias y cumplir con el protocolo. Será con la asociación protectora San Bernardo y los medios propios municipales. El concejal reclama además la colaboración de las autoridades y de los vecinos de la ciudad.