Nueva cita con la gastronomía y nuevo éxito de público en la plaza del Ayuntamiento. El I Campeonato Internacional de Cortadores de Jamón Ibérico reunió ayer en la capital regional a los ocho mejores profesionales de esta disciplina que en los últimos años se ha convertido en un imprescindible de cualquier coctel, ágape o banquete que se precie.

Pablo Martínez se hizo con el primer premio y con plaza directa para el próximo campeonato de España, previo a la fase internacional, además de un premio en metálico de 1.000 euros y un set profesional para cortar el preciado tesoro ibérico, el jamón. Los otros dos premios fueron para Juan Antonio Pérez de Huelva y Nicolás García de Granada.

El restaurador Adolfo Muñoz y el embajador mundial del jamón ibérico, Florencia Sanchidrián, formaron parte del jurado técnico avalado por la Asociación Nacional de Cortadores de Jamón. Además de los tres premios de rigor, el jurado puntuó el plato más creativo y premió la rectitud en el corte. Ambos reconocimiento fueron para el onubense y segundo premio.

El jurado valoró diferentes puntos para llegar a un consenso y premiar a los mejores. La limpieza del jamón y el emplatado general, la limpieza del puesto de corte y la uniformidad del cortador, así como el grosor y el tamaño de las lonchas y la rectitud en el desarrollo del corte, son algunas de las pautas a tener en cuenta a la hora de valorar a estos profesionales.

Pero aún hay más. Los responsables de emitir el veredicto y decirdir quiénes son los mejores cortadores de jamón ibérico del mundo también valoraron el número de platos, la presentación y el tiempo empleado, y lo más minucioso, que cada plato contenga 100 gramos de jamón y que el corte se realice con el menor desperdicio dejando el jamón lo mejor rematado posible.

Momentos previos a la cita, el récord Guinnes de cortadores de jamón en la localidad malagueña de Sierra de Yeguas, Maksym Migunoff, natural de Estonia, compartía las claves del buen cortador. «Hacer un corte perfecto y elegante no es fácil, los primeros 500 jamones que cortes te saldrán regular, los 500 siguientes serán mejor, y cuando lleves más de 1.000 seguro que sale bien», señalaba para recomendar a aquellos que quieran iniciarse en esta disciplina que lo mejor es seguir los consejos de un profesional.

La profesionalidad y exigencia del jurado y el éxito de público no se lo puso fácil. Hubo nervios que dificultaron llegar a la perfección, aunque finalmente los cortadores alcanzaron su objetivo: sorprender. «No hay que perder los nervios, en esta plaza se van a juntar más de 2.000 personas, y eso impone, hay que sorprender al jurado haciéndolo perfecto», dijo.

El público que ayer se concentró en la plaza del Ayuntamiento para seguir en primera línea el trabajo de los ocho cortadores tuvo la oportunidad de probar este manjar en platos conmemorativos de la Capital Española de la Gastronomía a un precio de 4 euros. La recaudación, como destacaba la alcaldesa, Milagros Tolón, se destinará a una buena causa, en esta ocasión al Banco de Alimentos de Toledo.

«Hoy unimos gastronomía y solidaridad, la recaudación será para el Banco de Alimentos, ya lo hicimos la semana pasada con la tapa solidaria a favor de Cáritas, hacemos esto con un fin, poner nuestro granito de arena y ayudar a aquellos que pero lo están pasando», explicaba la primera edil que asistió al campeonato junto a otros concejales, como la responsable municipal de Turismo, Rosana Rodríguez.

Asimismo, Tolón recordó el impacto económico que la Capital Española de la Gastronomía tiene cada día en la ciudad gracias a las «ganas e ilusión» que el equipo de Gobierno ha puesto, dijo, en la consecución del proyecto que abarcará con actividades culturales y culinarias hasta el mes de diciembre.

Por ello, la alcaldesa incidió en el deseo de consolidar la gastronomía como nuevo escenario turístico. «Dentro de muy poquito la gastronomía de Toledo estará en el mapa turístico nacional y mundial». Para conseguirlo, Tolón recordó que en la ciudad «tenemos productos, grandes profesionales y empresas agroalimentarias, y sobre todo, voluntad y un marco patrimonial como pocas ciudades de España».