La iglesia conventual de San Pedro Mártir, sede de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, acogió el acto de graduación de la XV promoción de Humanidades (2007-2012). La ceremonia, presidida por la vicerrectora del Campus de Toledo, Fátima Guadamillas, tuvo como padrino al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, quien insistió en la necesidad de considerar a las universidades públicas como un espacio para la formación del ciudadano, «no como meras factorías para producir trabajadores». Las ciencias humanas, en este sentido, apuestan por una dimensión «esencial» y deberían estar intrínsecamente vinculadas tanto en investigación como gestión monumental a una ciudad como Toledo, repleta de pasado cultural y declarada por Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Todas las intervenciones de la tarde insistieron en la necesidad de conservar estos estudios, así como en la capacitación que los profesores de la Facultad de Humanidades brindan a futuros gestores del patrimonio monumental, museógrafos, docentes y asesores culturales, entre otros perfiles profesionales de quienes han estudiado este tipo de carreras. «Estamos preparados para asumir estas tareas», manifestó el ya antiguo alumno Alberto López de Miguel en nombre de sus compañeros. «En nuestras manos está la protección de nuestro patrimonio y también el escribir la historia. Nos han proporcionado las herramientas para ello».
Ricardo Izquierdo, decano de la facultad, recuperó la vieja denominación de ‘Generación JASP’ (Jóvenes, aunque Sobradamente Preparados) para referirse a quienes, paradójicamente, han desarrollado su vida universitaria durante los años de la crisis económica. «Hay agoreros y optimistas en esta sociedad. ¿De qué lado estáis vosotros?», preguntó a los jóvenes. «Desde luego, el futuro es vuestro. No permitáis que nadie os lo estropee». Durante la ceremonia tomó también la palabra la historiadora del arte Palma Martínez-Burgos, quien animó a los recién graduados a luchar por el pensamiento crítico. «No sobráis», expresó la profesora. «Por mucho que comprobéis que los nuevos ingenieros sociales se empeñan en hundir los sistemas de la vieja paideia, por mucho que los humanistas seamos vistos por la sociedad con benevolente desprecio».
El padrino de la XV promoción de Humanidades, quien expresó que la Universidad coincide con su «forma de entender la vida, incluida la vida pública», reivindicó la necesidad de centros públicos por mucho que en estos tiempos haya voces que ridiculicen el esfuerzo realizado por la sociedad durante las últimas décadas. «Antes de la creación de la UCLM, solamente un veinte por ciento de los estudiantes castellanomanchegos permanecía en la región. Por el contrario, el ochenta restante tenía que estudiar en Madrid, Valencia o Sevilla. Y tengo que recordar que la mayoría de ellos no regresaba».
Tras la clausura del acto en San Pedro Mártir -donde se entregó el Premio al Mejor Expediente a AlfonsoSánchez Potenciano-, los asistentes finalizaron la tarde en el centro de la Plaza de Padilla.