Flaco favor al tocado mundo de la tauromaquia le hacen casos como el ocurrido el pasado fin de semana en Ugena. En esta localidad sagreña, llegado el fin de semana grande de sus festejos patronales en honor a San Juan Bautista, quedaron suspendidos los actos taurinos del sábado por la espantada del empresario con el que el Consistorio había contratado las citas, que optó por no ofrecer el festival pactado y la célebre disco vaca al prever que los ingresos generados en taquilla no serían los esperados para su bolsillo.
Esta decisión, «ilegal» según ha expresado el Ayuntamiento de Ugena porque sólo el delegado gubernativo o el presidente tienen potestad para suspender un festejo taurino, tuvo dos consecuencias directas, una primera con el empresario declarando ante la Guardia Civil, y la segunda con los vecinos de la villa sin toros en sus fiestas cuando los actos habían sido publicitados y se habían vendido entradas para ello.
Tal y como explicó el alcalde de Ugena, Martín Pérez, el empresario en cuestión es Ángel Luis Carmona, quien ya levantó sospechas de que algo así podía ocurrir en el festejo ecuestre del viernes. En la primera cita de las celebraciones patronales llevada a la plaza de toros, que sí se celebró finalmente, hubo un intento del empresario de suspender el festejo minutos antes del mismo, lo que provocó un retraso aproximado de 45 minutos. «La entrada al festejo de caballos fue bastante escasita y ya se le vio a Ángel Luis Carmona bastante nervioso», explica el alcalde de Ugena, confirmando que «intentó suspender el festejo, a lo que nosotros le dijimos que saliera a dar la cara o que empezara el festival».
De esta manera, el viernes sí hubo festejo, pero de ese mismo viernes habría salido la decisión del empresario, a la vez matador de toros en el cartel, de no cumplir con lo firmado en su contrato para el sábado. A Ángel Luis Carmona le correspondía lidiar en su festival dos novillos, mismo número que torearían los diestros Francisco Ramos y Gallo Chico tras haber pagado aquellos que adquirieron sus localidades 12 euros en entrada general y 7 euros en el caso de los jubilados.
«Yo fui claro en todo momento», añade el alcalde, que cuenta como aludió a la responsabilidad del propio Carmona ante la posibilidad de tomar la decisión que finalmente tomó. Para Martín Pérez, «mi sorpresa fue que el sábado por la mañana nos llegó por mediación de terceras personas que este señor ya había suspendido el festejo. Indagando, conocimos que el viernes por la noche no había mandado el dinero para el ganado ni para el embarque».
Esta situación contrasta con lo siguiente que explica el primer edil, cómo Ángel Luis Carmona habría alegado que los novillos se habían dañado y estaban inhabilitados para la lidia, situación incierta como habría confirmado al Ayuntamiento de Ugena el propio ganadero de Hermanos Astolfi.
El sello. Sin embargo, si hay algo sorprendente en este caso que narra lo accidentado de la vuelta de los festejos taurinos a las fiestas de Ugena, es como Ángel Luis Carmona logró un documento con sello del Ayuntamiento para presentarlo ante el delegado gubernativo y así justificar la suspensión. Al respecto, explica el alcalde del municipio que «la sorpresa me llegó cuando me puse en contacto con la veterinaria y me contó que este señor había estado allí para que ella le hiciera un certificado indicando que las reses estaban inhabilitadas. Yo le dije que cómo era posible que, estando las reses en Sevilla, ella pudiera justificar tal extremo. Parece ser que fue engañada y Ángel Luis Carmona, valiéndose de la buena fe de esta señora, habría conseguido el sello».
Todos estos hechos han sido denunciados por el Ayuntamiento de Ugena a la Guardia Civil, siendo de esta manera desde el día 23 de junio. En el caso de responsabilidad civil, el servicio jurídico del Consistorio busca la fórmula para exigir responsabilidades según lo acordado en el contrato. Así las cosas, desde el Ayuntamiento de Ugena (que ahora asume la devolución del importe de las entradas) se ha lamentado que el resultado final de la programación de estos festejos haya sido éste, al tiempo que, pensando en festejos futuros, afirman esperar «que no todos los empresarios sean así».