¿Cómo afronta el reto de esta legislatura en minoría al frente de la Diputación?
Lo afronto con mucha ilusión. Teníamos muchas ganas de cambio, no sólo el PSOE sino la ciudadanía general, y esto nos produce a todos esperanza. Por esto lo afronto con ilusión, porque sé que hay mucha gente esperando una nueva forma de hacer política. Se está esperando mucho de nosotros porque han sido cuatro años de una política retrógrada en todos los aspectos, no sólo por los recortes sino, también, en la propia autoestima de la Diputación, y hay una gran esperanza de cambio en la gente, yo lo noto. Además, la gente nos lo está expresando de una manera espontánea, lo cual me produce mucha alegría, pero también mucha responsabilidad. Hay un nuevo equipo de Gobierno, un nuevo presidente, con ideas nuevas, un talante nuevo y muchas ganas de hacer las cosas de forma diferente.
Sí estoy en minoría, pero la política que voy a hacer encaja perfectamente con las expectativas del Grupo Ciudadanos y de Izquierda Unida, así que creo que no voy a tener ningún problema en ejercer esas políticas que aunque estemos en minoría van a ser consensuadas, porque uno de los elementos de este tiempo nuevo va a ser el diálogo. Además ya en el discurso de investidura, y no de cara a la galería sino que salía de dentro, valoraba ese entendimiento, que siempre ha formado parte de mi forma de pensar. A mí no me gusta el ‘ordeno y mando’ que ha ejercido el PP. Un alcalde, un presidente, no debe ser el que manda, sino el que gobierna y lo hace para todos.
Aún es pronto, hay que ver cómo está la situación de la Diputación, pero ¿cuáles serán las primeras medidas que va a poner en marcha?
El principal objetivo es el de la cercanía, el de la utilidad. Y para ser útil hay que hacer políticas que realmente sirvan, que estén en el cuadro de necesidades de la ciudadanía, y a eso es a lo que nos vamos a dedicar. No se han de buscar caprichos. En una provincia con un 30 por ciento de paro aún, aunque haya gente que se haya dedicado a pregonar la mejoría económica, el primer objetivo que tiene que tener un Gobierno sensato es tratar de paliar esa problemática, con lo cual uno de los principales objetivos es poner en marcha planes de empleo, que quiero que se hagan en coordinación con los ayuntamientos, pero también con la Junta. Tenemos la obligación todas las administraciones de complementarnos para hacer políticas útiles en este sentido. Habrá que hacer las modificaciones presupuestarias que sean necesarias y ya el año que viene habrá una línea específica que aún no puedo cifrar, pero que estará para planes de empleo.
Aparte, habrá todo lo que hemos criticado que faltaba con el Gobierno de Tizón, que jamás creyó en las políticas sociales. Así, pondremos en marcha planes que tienen que ver con las necesidades de los niños, como las becas de comedor y transporte escolar, etc.
También está la apertura a nuevos ingresos no sólo del centro de día de la residencia social-asistida San José, sino del resto de las instalaciones. ¿Hay fecha para la apertura de estos ingresos?
Ya el lunes di la orden de que se iniciaran los trámites para la apertura de los ingresos del centro de día y de la residencia y que se paralice el cierre que el Gobierno anterior quiso perpetrar. Esto va a llevar un pequeño procedimiento, porque el acuerdo final lo tiene que tomar el Pleno, y el Pleno lo tomará, pero en tanto ese Pleno se produce, las órdenes están dadas, para no demorarlo ni un solo día. En cuando podamos celebrar ese Pleno que ponga fin a todo lo anterior, se abrirá efectivamente la lista de espera.
Hay un asunto peliagudo, que se ha quedado coleando como es Ciudad de Vascos. El PSOE ha mostrado siempre su disconformidad pero la inversión está prácticamente ejecutada y habrá que ver qué se hace con este proyecto. ¿Qué han pensado al respecto?
Lo estamos planteando desde la responsabilidad y la seriedad. Es un proyecto en el que el PSOE puso un especial énfasis en que no era el momento. Sigo creyendo que no es el momento de una inversión de millones de euros en un yacimiento como Ciudad de Vascos. Entiendo que es momento de otro tipo de políticas más urgentes. No digo que no haya que promocionar el turismo en esa comarca, porque creo que hay que equilibrar las desigualdades entre las comarcas, pero no era el momento ni, seguramente, la forma. El centro de interpretación ya existía y también los accesos... nosotros lo dijimos y el presidente no nos quiso hacer caso, pero tampoco hizo mucho caso al juez que dijo lo mismo. Todo ha sido un poco disparatado y se ha actuado desde la prepotencia y la soberbia. Ahora, visto todo esto, tenemos que verlo de una forma muy detenida. No voy a tomar una decisión alegremente, porque yo sí soy responsable. A nosotros no nos puede la soberbia y decir ‘como dije que no, ahora es que no’. Estamos reflexionando sobre si realmente esto tiene posibilidades de pararse momentáneamente o no. Vamos a ver... porque yo no soy amigo de comerme marrones de otros, igual que no me gusta que se coman los míos. Vamos a ver... estamos estudiándolo porque hay que tomar una decisión, ya que la suspensión de las obras está costando un dineral porque hay un servicio de guardería.
Ya dijo en su discurso de investidura que no iba a mirar si ciertas cuestiones eran o no competencia de la Diputación, sobre todos las relacionadas con los temas sociales. Pero está claro que algunas de ellas dependen de la Junta. Entiendo que pedirán su apoyo para no asumir el coste en solitario...
Cuando hablaba de diálogo y consenso me refería no sólo a las fuerzas políticas de la Diputación, sino también con otras administraciones. Según la ley que regula la Administración local, unos tenemos unas competencias y otros otras, se habla de competencias propias e impropias... pero a un ciudadano que está en paro y que cobra 426 euros o incluso nada y que, además, tiene un niño o dos o tres que van al colegio y que no tienen la suerte de vivir a 300 metros de él, no le puedes hablar de que no es tu competencia, o a una persona mayor con dependencia que necesita ayuda, sino que hay que procurarle una solución. Yo me sentiría muy frustrado si no pudiera ayudar a la gente que ha depositado en mí la confianza, en el caso del Ayuntamiento de Escalona, y esa frustración me llevaría a dimitir, incluso si no ayudar a la gente estuviera basado únicamente en que otra Administración que tiene la responsabilidad no lo hace o no me deja hacerlo a mí. Así pues, no voy a entrar en guerra de competencias. Pero sí voy a reivindicar que si la Junta tiene competencias, que las ejercite y si no lo puede hacer íntegramente, que colabore. Y si Cospedal ha dejado esto hecho un erial que puede impedir a la Junta poner dinero para estos servicios, que al menos no nos ponga pegas a los que teniendo dinero y voluntad política queramos hacerlo. Es una cuestión de justicia social. Estoy en contra de los tecnócratas que regulan todo. Esto es mucho más fácil: una necesidad, un servicio financiado.
En su día se criticó la pérdida de algunos planes como los de Acción Especial de las comarcas de Talavera. ¿Se piensan restaurar?
Vamos a tratar de compensar a las zonas más desfavorecidas con planes específicos, pero no tienen por qué ser los planes que ya hubo. Pueden ser planes que no sean tan ‘café para todos’ sino que, a lo mejor, hay que estudiar las posibilidades de los diferentes municipios dentro de cada comarca o en lugar de ir municipio por municipio hacer inversiones generales por comarcas... es algo que está en la cabeza, pero que hay que desarrollar, pero sí, evidentemente, va a haber algún tipo de actuación tendente a equilibrar social y económicamente a las comarcas más desfavorecidas.
¿Tiene claro la distribución de las diferentes áreas de Gobierno?¿Se va a aprovechar la experiencia previa con que algunos cuentan por haber estado en la Junta?
No lo puedo avanzar porque aún no lo tengo cerrado. Al contrario de lo que le puede pasar a Emiliano García-Page, yo tengo el equipo pero no los titulares de las áreas, y él tiene las áreas y no el equipo. Pero en todo caso va a ser un reparto de tareas que va a ir muy ligado a la formación y a la capacidad de cada uno de los diputados. Es un Gobierno que quiere ser muy práctico, útil. De nada me valdría poner a alguien que no sepa de números al frente de la delegación de Hacienda...
El PP ha venido usando el argumento, de manera constante, de la herencia recibida, aunque efectivamente la misma puede que marque mucho una legislatura. En su caso, ¿van a revisar la actuación del PP en la Diputación para ver que se les ha podido escapar en su labor como oposición?
Yo no voy a utilizar eso de la ‘herencia recibida’; me parece un mensaje tan triste que no lo voy a usar, sobre todo como ellos, como un martillo pilón, y en la Diputación, además, sin tener ningún tipo de argumento, porque la recibieron en un buen estado económico. Me gusta más hablar de la herencia que voy a dejar, por la que voy a trabajar mucho, para que el siguiente que venga pueda hablar de ella desde un punto de vista positivo, porque se encuentre una Administración como debe ser. No obstante, es cierto que hay cosas mal hechas y mal gestionadas, avisadas por el PSOE, que no descarto que la gente conozca.
En este sentido, en el documento de compromisos que firmamos con Ciudadanos, uno de los puntos es la realización de una auditoría de gestión de gastos y de personal, y como uno de los puntos de dicho acuerdo, hay que cumplirlo.
Dijo en su discurso de investidura en que el consenso obligado fruto del Gobierno en minoría, finalmente resulta más representativo de la voluntad de los ciudadanos en cuanto a la toma de decisiones, porque implica el apoyo de más fuerzas políticas, pero C’s avisa de que no dudará en retirar el apoyo si no se cumple con lo pactado. ¿Habrá que hacer muchas concesiones o piensa reivindicar las propuestas de su Gobierno?
El programa de Gobierno es de quien gobierna, que es el PSOE. Lo que tenemos con Ciudadanos e IU es un compromiso de una serie de puntos -transparencia, gobernabilidad, planes de empleo...-, que, sinceramente, no necesitaban ser firmados porque el PSOE lo lleva en el sentimiento, con lo cual lo que se ha firmado no es un documento que condiciones las líneas programáticas del PSOE, sino que, en todo caso, puede complementar, y mejorar, por qué no, las políticas que teníamos claro que íbamos a poner en marcha.
El programa de Gobierno es el mío y luego hay unos acuerdos puntuales que coinciden prácticamente en la totalidad con lo que ya pretendía el PSOE, pero yo no voy a mantener la Presidencia de la Diputación a cualquier precio, en absoluto. De nada serviría ser yo presidente para hacer políticas contrarias a mi ideario. Ser presidente de la Diputación sirve para cambiar las cosas, si no, no tiene sentido. Y esto es lo que vamos a hacer.
En todas las últimas legislaturas ha habido un proyecto ‘estrella’: el parque de bomberos de La Sagra, la externalización del mantenimiento de las carreteras, el traspaso del Hospital Provincial... ¿Usted tiene alguno?
El proyecto estrella de este Gobierno se llama ciudadano, se llama bienestar social, estado del bienestar, se llama ayuda, se llama confianza, credibilidad, pragmatismo, sentido común, atención. Ese es el proyecto estrella de la Diputación. Que además se van a hacer cosas concretas e inversiones, indudablemente.