«Es cierto que -como dice Ortega- a veces las palabras no pueden transmitir todos los sentimientos que tenemos en el corazón». Así comenzó su discurso, quizás el último -si finalmente PSOE y Podemos se alían para formar gobierno- la presidenta en funciones de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, en el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha. Y, aunque a veces las palabras no pueden transmitir todos los sentimientos,Cospedal quiso, al menos, hacer público la «gratitud, emoción y admiración» que siente por los castellano-manchegos.
Incidió en que estos últimos cuatro años han sido «duros y difíciles» pero, al mismo, tiempo «gratificantes» pues, con el esfuerzo de «todos aquellos hombres y mujeres de nuestra tierra que han trabajado para que pudiéramos salir de una situación de grave riesgo», hoy «estamos empezando a caminar».
Por ello, dio las gracias a todos los ciudadanos porque «ellos son los artífices del abandono de una recesión sin paliativos y de la apertura de la esperanza y de la recuperación que ya tenemos hoy».
Dicho esto, mandó un mensaje a navegantes, a aquéllos que no creen que el Partido Popular haya «salvado» la economía y hoy «podamos seguir disfrutando de unos servicios esenciales para los ciudadanos». Insistió en que la obligación de los gobernantes «es dejar las cosas mejor de lo que se encontraron» para, a continuación, subrayar que el PP ha sentado las bases para el crecimiento y la creación de empleo. No obstante, reconoció que «es verdad» que «hay muchos de entre nosotros que todavía necesitan esperanza y un empleo y saben, al igual que sabemos nosotros, que queda mucho por hacer».
«ARTÍFICES DE NUESTRO PROVENIR». Cospedal, que subrayó que «Castilla-La Mancha es artífice y protagonista de su propio porvenir», puso de manifiesto que «entre todos hemos puesto las bases para tener una sociedad más solidaria, más justa y más entregada a todos». «Una sociedad que cuide de aquellos que menos tienen, de aquellos que menos se pueden valer por sí mismos y que otorgue a aquellos que son mejores de entre nosotros los alicientes necesarios para que nos hagan de faro de guía y tiren de todos los demás».
«Así es como avanzan las sociedades: cuidando de los unos y cuidando de los otros», sentenció la presidenta en funciones, quien se mostró convencida de que la región «tiene un gran futuro y un gran porvenir».
«Creo que los castellano-manchegos nos merecemos ese gran futuro y ese gran porvenir, y que las familias de Castilla-La Mancha se puedan ver reconfortadas y satisfechas porque ese futuro y ese porvenir está absolutamente en sus manos», prosiguió María Dolores Cospedal.
La deuda la tiene la Junta. Tras hacer un recorrido por algunas de las medidas puestas en marcha por su Gobierno durante esta legislatura, Cospedal aseveró que gracias al esfuerzo de todos, hoy las pymes, los autónomos y los comerciantes que trabajaban para la Administración pública ya no tienen deuda, porque «esa deuda la tiene la Junta de Comunidades con entidades financieras o con el Estado».
«Hoy sabemos que somos capaces de conseguir todo aquello que nos propongamos», ha manifestado Cospedal, quien ha reconocido que «muchos no confiaban en lo que Castilla-La Mancha iba a ser capaz de hacer».
Cospedal estuvo escoltada durante el acto por el presidente de las Cortes regionales, Vicente Tirado y el delegado del Gobierno, José Julián Gregorio, y junto a ellos se sentaron el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco; el alcalde de Toledo en funciones, Emiliano García-Page, y la totalidad del Consejo de Gobierno.