La Universidad de Castilla-La Mancha saldó ayer una deuda con el patrimonio documental de la ciudad. El decano de la Facultad de Humanidad descubría una placa en homenaje al fotógrafo Casiano Alguacil, cuyo legado se conserva principalmente en el Archivo Municipal gracias a la Colección Luis Alba.
«Hoy recordamos la importancia de la fotografía antigua como fuente documental a la hora de reconstruir el pasado y la historia», comentaba Ricardo Izquierdo, decano de la Facultad que hoy ocupa un edificio del siglo XIV que entre el XIX y el XX fue el Hospital de la Misericordia y en cuya ‘Sala de Distinguidos’ fallecía el 3 de diciembre de 1914 el fotógrafo Casiano Alguacil.
Tras descubrir la placa, el profesor y coordinador del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha en Toledo, Rafael Villena, hizo una semblanza sobre este toledano de Mazarambroz que impulsó el Museo Fotográfico en el que conservó vistas de la ciudad, de sus personajes, monumentos y patios, además de fotografías de otras ciudades españolas, de obras de arte y retratos de personajes importantes.
Villena recordó la faceta política del artista en el Sexenio revolucionario como concejal, para incidir en la importancia de su legado fotográfico. «Contribuyó al discurso visual de la ciudad, es fundamental para conocer la historia de Toledo y excepcional algunas de sus series como la que dedica a los mendigos, y es que forma parte de nuestro patrimonio», comentaba.
En el acto se encontraban, además del decano y del profesor y coordinador del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha de Toledo, la concejala de Cultura, Rosana Rodríguez, que quiso agradecer a la Facultad de Humanidad este gesto, además de reconocer la labor que se lleva a cabo desde el Archivo Municipal para dar a conocer a través de su portal web las colecciones de fotógrafos como Casiano Alguacil.
El archivero municipal, Mariano García, así como Beatriz Sánchez, especialista en el fotógrafo toledano sobre el que está desarrollando su tesis doctoral con la que ha resituado al fotógrafo en el escenario nacional e internacional, se dieron cita en este encuentro universitario al que no faltó Manuel Carrero de Dios, impulsor de la obra de Casiano Alguacil en los años 80.
Carrero de Dios cuenta en el mercado con varias publicaciones relacionadas con la fotografía histórica, además de impartir seminarios, conferencias y cursos sobre esta temática que como decía ayer en los corrillos «me apasiona».
Fuera de formalidades y protocolos. El acto homenaje de la Facultad de Humanidad se llevó a cabo a media mañana con la participación de un amplio grupo de alumnos que quiso acercarse hasta el patio de acceso al edificio para interesarse por Casiano Alguacil y su legado documental a través de la fotografía.
A modo de anécdota, la manera de descubrir la placa de metacrilato. A falta de una cortina, la placa se descubrió retirando una cartulina de color azul, el de la Facultad de Humanidades. Una ovación cerró el acto antes de volver a las aulas y a la actividad normal del centro.