Los 312,1 millones aprobados recientemente por la Comisión Europea para el desarrollo de la Alta Velocidad entre Madrid-Extremadura-Frontera Portuguesa, y más concretamente los 205,1 procedentes de los fondos FEDER, se destinarán única y exclusivamente al tramo de la línea entre Navalmoral de la Mata-Mérida, ambos en suelo extremeño. Así lo avanzó el pasado viernes el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, y así lo confirmaron ayer a La Tribuna desde la Dirección General de Política Regional de la Comisión Europea.
Se trata, concretamente, de 72,58 kilómetros de la plataforma de vía; 40,46 kilómetros de vías y un total de 4,60 kilómetros de instalaciones. La inversión supone una importante inyección de dinero para una línea, la que une las dos capitales de la Península Ibérica, con distinto destino en su parte española. Así, está mucho más avanzada la zona extremeña y con poco más que trámites administrativos en la provincia de Toledo.
Sin embargo, desde la UE confirman su importancia como proyecto ferroviario y su inclusión dentro de la Red Transeuropea de Transportes, más concretamente dentro del Corredor Atlántico, que une Lisboa conMadrid y París y el resto de líneas internacionales en Francia y Alemania. El objetivo principal de esta unión entre España y Portugal «será mejorar la competitividad de las conexiones ferroviarias», algo que se verá mejorado al eliminar todos los pasos a nivel actuales al tiempo que aumentará la capacidad de pasajeros y mercancías y la reducción de su tiempo de viaje.
También corrobora la UE que la cofinanciación de este proyecto proviene de los fondos disponibles para el periodo anterior de programación (2007-2013), es decir, de la época del presidente Rodríguez Zapatero, según explicó igualmente Gregorio.
Altas prestaciones. La Comisión Europea también ha confirmado a este diario la recuperación del proyecto de Alta Velocidad dejando de lado lo que durante un tiempo pasó a denominarse tren de altas prestaciones. Según explican desde la Dirección General de Política Regional, «dada la importancia de la línea como parte del Corredor Atlántico y en línea con compromisos adquiridos, el Gobierno español decidió finalmente construir la línea para permitir velocidades iguales o superiores a los 300 kilómetros por hora».
Se termina así con la intención mostrada hace un par de años por ADIF de unir el tramo extremeño, mucho más avanzado y con plataforma de alta velocidad, con la parte toledana mediante una la línea convencional que aunque permitía la circulación de trenes a una velocidad de 200 kilómetros por hora, no era tan rápido como el AVE. Esto, a su vez, supondrá un mayor retraso en el desarrollo de la línea Madrid-Lisboa dada la ausencia de trabajos en determinados tramos como el que tiene paso y parada en Talavera.
Asimismo, la unión de la línea ferroviaria que proyecta su recorrido hasta la capital portuguesa también avanzará a corto y medio plazo después de la paralización del proyecto a partir de la frontera lusa, en 2011.
La construcción de la parte portuguesa del Corredor Atlántico, informa la Comisión Europea, ha sufrido retrasos debido a la falta de fondos. No obstante, tanto la institución europea como Portugal, «han llegado a un acuerdo para garantizar la construcción de la línea», aseguran.
Se inicia así una nueva etapa en el desarrollo de la línea de AVE Madrid-Extremadura-Lisboa, sin nuevos plazos que orienten sobre el inicio de los trabajos en algunos tramos y el remate de otros muchos, pero con una inversión, la europea, que deberá verse acompañada de la que aprueben los respectivos países así como los fondos FEDER de cada uno de ellos. Las cuantías así como el momento en que se financien depende del estado de los trabajos así como del análisis de cada proyecto.