Ian Gibson nació hace ya 77 años en Dublín (Irlanda), pero tiene también la nacionalidad española desde el año 1984. Lleva viviendo en España desde 1978, aunque su relación con la cultura y la historia hispánica viene de más lejos. Con 18 años se topó con la obra de Federico García Lorca y desde entonces no ha parado de investigar sobre el que, a su juicio, es el poeta más importante de la letras españolas. Gibson además es un gran conocedor de la época contemporánea de España, en especial de periodos tan significativos como la II República, la Guerra Civil o la dictadura de Franco. Por todo esto es uno de los hispanistas más reputados.
¿En qué se anda enfrascado en estos momentos una persona como usted, que ha escrito una gran cantidad de libros y que ha llevado a cabo un gran número de estudios e investigaciones relacionadas con la Historia de España y con algunos de sus personajes más destacados de la época contemporánea?
Estoy enfrascado en la revisión de galeradas de varios libros que van a salir en nuevas ediciones. El 2016 es el 80 aniversario del asesinato de García Lorca y del inicio de la Guerra Civil, por lo que esos libros los han requerido los editores para salir revisados en nuevas ediciones. El más importante de ellos es mi biografía de Lorca, que se publicará el 2 de junio, aunque también están ‘El hombre que delató a Lorca’, sobre Ramón Ruiz Alonso, y ‘Lorca-Dalí, el amor que no pudo ser’. Saldrán juntos a principios de junio para poder estar en la Feria del Libro. Llevo meses y meses corrigiendo y revisando, porque son libros que salieron hace años y necesitaban un repaso porque hay más datos, más informaciones, sabemos más cosas de los temas que tratan. Este trabajo está casi terminado y no es cuestión ya de hacer obra nueva.
¿A pesar de que lleva toda una vida dedicada al poeta, le queda algo más por escribir sobre Lorca, tiene algún as guardado bajo la manga sobre el escritor granadino?
Llevo toda la vida estudiando a Lorca, que es un cosmos, un mundo increíble. En cualquier momento puede aparecer una carta, un dibujo, un trozo de papel con alguna indicación. Supongo que iré a la tumba pensando en él, pero lo que no quiero hacer ahora es rehacer más libros ni nada. He mandado todo mi material a Fuente Vaqueros, su pueblo natal, donde hay un Centro de Estudios Lorquianos. Todo lo que tengo ahora en Madrid lo mandaré a Fuente Vaqueros para no tener la tentación de volver sobre lo hecho, porque no puedo. Tampoco me queda tantos años, nadie sabe, porque tengo 76 (un día después de la entrevista cumplió 77) y empecé con 18 con Lorca. Lorca es el mundo poético que más conozco, porque tampoco se puede profundizar en muchos poetas. Es mi poeta y a través de él he conocido a miles de personas. Siempre hay algún matiz nuevo. Conozco su obra hasta cierto punto, pero hay cosas que no había percibido antes y ahora sí las percibo. Pero no guardo ningún secreto. Todo lo que sé está en la nueva edición del libro.
Quizá el gran secreto de Lorca aún pendiente es el de la ubicación de sus restos. En un primer momento se habló de que estaban junto a la entrada de un parque de Alfacar (Granada), después se buscó en un paraje conocido como Peñón Colorado y la más reciente junto al campo de fútbol de la citada localidad de Alfacar.
Estamos pendientes de que la Junta de Andalucía dé su permiso al equipo actual, guiado por el investigador Miguel Caballero, que trabaja también con el arqueólogo Javier Navarro. Ellos están pendientes de que la Junta diga algo, pero no dicen nada. No sé que pasa. Espero que puedan seguir. No es el sitio donde investigaron hacer algunos años, pero sí está muy cerca, a unos cuatrocientos metros, y es posible que localicen restos. Es posible que esté donde dije en mi libro hace años, porque tuve la suerte de localizar al enterrador, que me llevó allí cuando estaba prohibido porque todo el mundo temía a la Guardia Civil durante el Franquismo, y sobre todo llevar a un extranjero era muy arriesgado. Espero que la Junta dé su permiso pronto para que el equipo actual por lo menos pueda terminar su búsqueda. Y si no hay nada, pues no pasa nada, porque también es un avance si sabemos que no está allí, ya que volveríamos a donde creíamos antes y a empezar otra vez.
La semana pasada estuvo en Valdenoceda, en Burgos, y calificó de «infame» dejar a los muertos en las cunetas. ¿Deberían destinarse ayudas públicas para desenterrar esa parte de la historia?
Sí, lo creo apasionadamente. Dije que era infame, porque un país no puede dejar a sus asesinados en cunetas, y son más de 100.000 los asesinados bajo el Franquismo. Es infame no buscarlos y darles decente entierro. Bajo el Franquismo ellos (en referencia a los vencedores) desenterraron a todos los suyos y lo hicieron correctamente, con un entierro digno. Lo otro no es cristianismo. Utilizar el argumento de que es reabrir heridas es también infame, porque nadie está buscando venganza ni nada, sino a sus familiares. Es totalmente normal y humano querer saber dónde está el abuelo. Tener desaparecidos es horroroso.
¿Qué nos queda en España por saber de la Guerra Civil y de la represión posterior?
Mucho. Sabemos mucho porque mucha gente, incluso bajo el Franquismo, trabajaba casi secretamente viendo los archivos. Pero queda mucho por saber y hay archivos todavía de difícil acceso. Todo esto tiene que estar abierto a la investigación. A estas alturas los españoles son lo suficientemente maduros como para poder afrontar su historia. Y no afrontar el tema de las cunetas es un gran error, porque el país no puede avanzar. Hay que saber la verdad. Incluso, recurriendo a los Evangelios, Cristo dijo, más o menos «conoceréis la verdad y la verdad os hará libres», y eso es cierto, la verdad nos hará más libre. Digo nos porque yo tengo la nacionalidad española.
Revisar el pasado para no volver a caer en los mismos errores en el futuro e incluso en el presente.
Nunca se repite exactamente lo mismo, pero sí para conocer la verdad y ser más libres, para afrontar lo ocurrido. En Málaga lo han hecho, aunque en general muchos sitios no quieren saber nada de eso. Pero el alcalde de Málaga, amigo mío, Francisco de la Torre, no impidió que se hiciera la investigación necesaria en el cementerio de San Rafael, donde fusilaron a más de 2.500 ‘rojos’ republicanos. Allí el PP no se ha opuesto a la exhumación. Además, el alcalde estuvo en la inauguración del monumento a los fusilados. Me pareció maravilloso como detalle. No debería ser tan difícil para un católico admitir que los otros (en referencia a los fusilados en el bando republicano) busquen también a sus muertos, es normal y cristiano.
¿Qué opina de aquellos sectores que cuando se habla de los fusilados del bando republicano hacen siempre referencia a Paracuellos?
Entiendo que es lógico. Hice un libro además sobre Paracuellos porque en esto creo que mi función es ser objetivo dentro de lo posible, pese a que nadie es objetivo del todo. Pero sí hice un libro sobre Paracuellos y hasta Ricardo de la Cierva dijo que admiraba mi intento de ser objetivo y decir la verdad. Claro que sí, es una función que podemos ejercer los que venimos de fuera, que no tuvimos nada que ver con la Guerra Civil. Opino que fue también una matanza, aunque todas las matanzas son criminales. Pero también uno busca las causas y entiendo que el Madrid de entonces, abandonado por el Gobierno, motivó que se desencadenara un odio que llevó a los paredones a muchísima gente de derechas, lo que lamento. Pero hay que subrayar que se había producido un sublevación militar criminal contra la democracia republicana, y la reacción del pueblo fue brutal, pero se entiende. Caían bombas sobre Madrid, alemanas e italianas, pero sobre todo alemanas, y claro, la gente estaba con el odio y el odio mata. Lo siento, pero hice el libro porque quería saber la verdad.
Habla del odio. Ahora en Europa parece que ese sentimiento se entremezcla un tanto con la compasión respecto al tema de los refugiados que vienen de Siria. ¿Cómo ve usted esa masiva movilización de gente que se juega la vida día tras días por conseguir un futuro mejor?
Es un espanto. Obviamente estoy con ellos. Esto ya ha ocurrido antes en la historia humana, no es la primera vez, pero es un espanto que la gente huya de la guerra. Hay que hacer todo lo posible por ellos. Yo vengo de un trasfondo cristiano y creo que el gran mensaje del cristianismo es la fraternidad. Es muy difícil amar al prójimo como uno mismo, casi nadie es capaz de eso. Pero tener en cuenta al prójimo, ayudarlo, tener caridad, obviamente es la gran fuerza del cristianismo, pero hay que ponerlo en práctica.
Europa parece entonces que no termina de aprender de sus errores.
El ser humano es un animal muy peligroso. Somos muy peligrosos sobre todo cuando tenemos creencias muy dogmáticas y estas creencias dogmáticas pueden ser en relación con el más allá -si hay más allá-, o en relación con lo que está pasando aquí. Hay que pensar en un Stalin capaz de matar a millones y millones de compatriotas en nombre de un dogma. Y lo mismo los cristianos han matado a mucha gente, e incluso entre sí. Hay que tener en cuenta todo esto y recordar la historia. Somos animales muy peligrosos sobre todo cuando vamos con dogmas inamovibles, porque cuando topas con otro dogma viene la guerra.
Y ya la última pregunta. ¿Cómo está viendo la situación política en España en estos momentos? ¿Va a haber pacto, va a haber otra vez elecciones?
Me tiene agotado y al borde de una crisis de nervios, como la película de Pedro Almodóvar. Me parece mentira que no se puedan poner de acuerdo sobre unas cosas fundamentales para que el país funcione. Es lo de siempre. Pienso en la II República, en la división en el seno del PSOE, que fue una de las causas de la Guerra Civil porque no estaban de acuerdo los de Indalencio Prieto con los de Largo Caballero, luego los anarquistas no querían tener nada que ver con nada. Ha sido un problema a lo largo de siglos. En vez de buscar la razón y la sensatez, cada uno a lo suyo, a la greña con el otro. Me decepcionan. Me gustaba el acuerdo del PSOE con Ciudadanos, me pareció muy razonable un acuerdo del PSOE con un partido que es catalán, hablando de España en general, con unas ideas fundamentales, capaz de forjar un programa. Y ahora tenemos a Podemos y no quieren. Me parece desastroso.