El Beatriz Hoteles Amibal está viviendo una semana movida en su plantilla. Si ayer se hizo pública la contratación del cancerbero procedente del Universidad de León, Jacob Melián, también se puede confirmar la salida de uno de los jugadores más importantes del equipo, Alexis Marzocchini.
Los acontecimientos se han sucedido con rapidez y han pillado por sorpresa al principal protagonista, el defensor argentino, quien se enteró el mismo lunes que tenía que dejar la disciplina del club. «Me lo comunicaron antes de entrenar y me fui caminando para casa», relata el ex jugador azulón, al que Rafa Sierra le dio como principal razón que «estaban buscando a alguien para defender en 6-0 y no sabían bien cómo ubicarme».
Marzocchini ha estado jugando en la presente temporada como avanzado, dejando muy buenas sensaciones, por cierto, pero suponía un cambio respecto a lo visto tradicionalmente en el Amibal en las anteriores campañas. El jugador asegura ser «el primer sorprendido con esta decisión, porque en las primeras semanas me sentí muy cómodo y me felicitaron porque decían que era la actitud que necesitaban contagiar a la defensa».
Sin embargo, la situación ha cambiado de forma radical en unos días y ahora Marzocchini tendrá que buscarse un nuevo destino, «porque no tengo nada al no avisarme con tiempo». De hecho, dice sentirse «tirado como un perro, muy dolido, porque me lo podían haber avisado para estar preparado».
La precipitación se plasma en el hecho de que se lo comunicaron a principios de semana y que decidió irse «a casa caminando desde el pabellón, para poder asimilarlo». Ni siquiera se despidió de los compañeros en ese momento, a los que tampoco les comunicaron su baja, pero el argentino les desea lo mejor.
«Aunque tenía ganas de irme inmediatamente a Burgos, donde me alojaré en una casa, decidí quedarme para hablar con los chicos, que siempre se han portado fenomenal conmigo y son una gente excelente», apunta el defensor. Incluso, asegura que el día después de la noticia «vinieron todos a verme y fue un momento muy bonito; seguro que volveré a pasar por el pabellón para verles y animarles en algún partido».
Fichajes. Otro detalle que desliza Alexis Marzocchini es el de la llegada de Jacob Melián, al que «nos pidieron el pasado sábado que alojáramos en nuestro piso hasta que le encontraran un sitio». El argentino se refiere a la casa que compartía con Llopis, Lorasque y Espino y en la que le hicieron hueco al nuevo portero.
Aunque no quiere profundizar en el tema, «parece que lo tenían todo pensado, porque justo cuando llega él se quedan con mi habitación libre». Se trata de otro aspecto que ha desilusionado a Marzocchini, que hubiese encajado mejor la decisión «si me dan un margen de diez o quince días». Sin embargo, su etapa en el Amibal, por el que hizo una gran apuesta, se ha acabado a pesar de que «el equipo necesita algo más de tiempo para encajarse, porque es prácticamente nuevo».
La marcha de Marzocchini puede derivar en la búsqueda de un defensor que sea capaz de desenvolverse en un sistema 6-0 y aportar en el ataque, por lo que la puerta del Amibal sigue abierta.