Regantes de La Sagra-Torrijos han vuelto a manifestarse este viernes, coincidiendo con la visita a Toledo de la reina, para reclamar a las administraciones una solución a sus ruinosos costes de explotación. La marcha, la segunda de las cuatro previstas, pretendía que los gobiernos acepten rebajar los costes que soportan para poder regar, después de que la Justicia haya obligado a devolver las liquidaciones que pagaron en 2010.

A su llegada a Zocodover, el presidente del colectivo, Jaime Cid, indicaba que «seguimos pidiendo lo mismo que la semana pasada. Después de una manifestación multitudinaria de los regantes afectados, siguen sin llamarnos y sin entender nuestras propuestas. Queremos hacernos oír, que la Administración se siente, porque tenemos un problema real, que llega a cada familia. Si el motor de la economía española se basa en la agricultura, esto no es manera. Tenemos que sentarnos y crear una mesa de negociaciones que solucione los problemas».

Cid reconocía que se trata de una cuestión heredada de hace muchos años, incluso décadas, «pero hay que asumir los errores de los anteriores. Es un tema que hay que solucionar; no vale sentarse y decir que esto venía de antes. Efectivamente venía de antes, pero a los políticos, sean de un color o de otro, los votamos para que nos solucionen los problemas, no para que hagan la vista gorda».

Con una estimación de costes de unos 1.200 euros por hectárea y año, la junta de regantes avisa que los bajos precios de sus productos termina por convertir su regadío en una pesadilla, más allá de que la infraestructura, incompleta y obsoleta, se esperaba que llegara a alcanzar unas 28.000 hectáreas, llegando a la comarca torrijeña, pero lo cierto es que se ha quedado en unas 3.800.