J. Monroy | TOLEDO
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La Junta de Comunidades va a sufragar a partir del segundo semestre del año un programa de intervención del Ayuntamiento en las viviendas de alquiler para jóvenes, conocidas en el Polígono como ‘el Parchís’, y parece que existe un compromiso para continuar las actuaciones el próximo año. Así se lo han comunicado desde el Gobierno regional a la Asociación de Vecinos El Tajo en una reunión mantenida con la directora general de Familia y Menores, Silvia Valmaña, y la coordinadora provincial de Sanidad, María José Rivas. De forma previa, la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento se han reunido en dos ocasiones, y ambas administraciones decidieron que le correspondía al Consistorio elaborar un proyecto de intervención. Este ya lo ha presentado, y tendrá un coste aproximado a los 72.000 euros anuales, que deberán salir de los planes de integración de la Junta.
Desde hace tiempo, El Tajo viene denunciando que la situación social de ‘el Parchís’ y pide a las administraciones que intervengan para que no se degrade más. Explica el portavoz vecinal, Emiliano García, que desde hace tiempo están llegando ocupaciones «en cualquier forma», o principios muy incipientes de degradación del edificio. Ya está reconocido por la administración que se están dando casos de mobbing entre los vecinos, con el objetivo de que algunos adjudicatarios dejen vacía la vivienda, y pueda entrar algún familiar, bien porque esté en lista de espera, bien porque lo hagan con una patada en la puerta. Además, es una problemática, afirma García, que puede ir a más.
El plan de intervención intentará que concluya la degradación en la convivencia y en lo físico en ‘el Parchís’. Busca hacer un seguimiento de las viviendas y la problemática de la urbanización. Vigilará que no haya nuevas ocupaciones, y los niveles de convivencia. Incluso puede abordar cuestiones como la limpieza o las relaciones entre las familias.
La Asociación de Vecinos apuesta además por que, al cumplirse los diez años de alquiler, se revise contrato por contrato. Pero para García, por el momento esto no es lo prioritario. Existen en ‘el Parchís’ familias que no pueden pagar el alquiler porque no tienen recursos, junto a otras que no lo hacen porque no quieren. También hay quienes no cuidan sus viviendas porque están alquiladas. Su propuesta es dar una solución a cada una de estas circunstancias, así como al deterioro del inmueble.
Nuevos arrendatarios. Las viviendas de ‘el Parchís’ se alquilaron hace casi una década para jóvenes por un periodo de cinco años. Sin embargo, se lamenta García, pasado el primer lustro, no se baremó a las familias y no se vio quién seguía cumpliendo las características para seguir allí y quién no. Para la Asociación de Vecinos El Tajo, esta decisión fue el inicio del problema de las viviendas.
El caso, explica García, es que hubo gente que aunque ya no cumplía con los requisitos de edad o económicos se quedaron, en estas viviendas con un alquiler especialmente barato (entre 120 y 200 euros al mes) porque estaban destinadas a jóvenes con pocos recursos. Es algo que entiende que habrá que solucionar, porque hay en estos momentos gente más joven y en peores circunstancias económicas que pueden necesitar el alquiler. A su juicio, el primer error fue dar un alquiler por cinco años, en los que pueden cambiar mucho las circunstancias de una persona. Pero sobre todo rechaza de plano «la comodidad de la Junta cuando dijo que siguiera todo el mundo».
La propuesta de El Tajo es que para empezar, la Junta analice quién necesita realmente la vivienda y cumple con los requisitos y quién no, analice las ocupaciones que ha habido y vea por qué la convivencia se ha degradado. Incluso llega a plantear un control sobre los menores, para ver si están escolarizados.
La Asociación de Vecinos apuesta por una revisión de todos los contratos. Aunque es consciente de que esto se complica, porque entra otra Consejería, en este caso la de Vivienda. En una reunión anterior, sus responsables vieron el plan elaborado por el Ayuntamiento y concluyeron que habría dinero si todos los vecinos pagaran su cuota. Así se podría intervenir para que el edificio no se degrade y no se repitan los problemas de las Cuarenta y Ocho Viviendas Sociales. De esta forma, se mantendría el edificio.