Ya no hay vuelta atrás. El edificio que hasta ahora se hacía llamar Oratorio de San Felipe Neri se va a conocer, a partir de ahora, con el nombre de Tolmo Museum. Espacio que va a inaugurarse este martes, día 8 a las 19, 30 horas, y que acogerá a «todos los que deseen conocer el lugar» a través del ofrecimiento de un importante conjunto de apuestas contemporáneas.
Gestionado, revisado y puede decirse que rescatado por la Asociación Cultural Tolmo -beneficiaria de una adjudicación convocada el pasado mes de abril por la Junta- el edificio pretende ser lugar de encuentro y de cultura, de intercambio, participación y, en definitiva, de muestra creativa.
Con esta pretensión, Paco Rojas aseguró a este periódico que el lugar va a ofrecer cobijo al arte que ha sido santo y seña de lo que vendrá y que, por ello, se ha venido alimentado con insistencia de lo que ya fue en el tiempo. Por ello, Tolmo Museum contará con una exposición permanente que «además de contar con las obras de los integrantes de la asociación» exhibirá piezas gráficas, pinturas y esculturas de «Picasso, Dalí, Miró, Barceló, Chillida, Torner o Alberto Sánchez».
Obras singulares que llegarán gracias a los acuerdos establecidos por Paco Rojas con distintas colecciones, museos y entidades públicas y privadas. No faltarán las obras del propio Rojas, de Rafael Canogar, Alberto Corazón, Carlos Evangelista y José Luis Sánchez.
Como la propuesta ya es un hecho y las tareas de adecuación y adaptación han sido ejecutadas en tiempo y forma, pudo adelantar el artífice de este empeño que para su puesta de largo «Gustavo Torner va a ser el artista invitado. Creador que, con la muestra de tres esculturas de madera, abrirá un apartado en el que se podrá disfrutar, durante un semestre, con la visión de piezas agrupadas en torno a un nombre o trabajo concreto. Todo para dar a conocer, apreció Rojas, «autores que no siempre están valorados en su justa medida».
También se podrá contemplar, en sus salas, un conjunto de dibujos realizados por el propio Rojas en el año1991 que serán agrupados en torno a la ‘Historia gráfica de Toledo’.
Para esta inauguración esperada, a la que Rojas desea «que venga todo Toledo» porque «este espacio es suyo y a ellos representa», estarán listos todos los apartados que, para el día elegido, estarán apoyados por un recorrido que coincidirá con el Año Greco, y en el que se mostrará los 12 originales (en madera) que sobre El Apostolado ha creado como homenaje al cretense. De hecho, y puesto que en Farcama se muestran temporalmente tres de sus apostolados, será Thiago el que, cuando finalice su estancia en el Alcázar, quede instalado a la entrada del Tolmo Museum.
Los visitantes también podrán observar y adquirir, a precios módicos y muy asequibles, piezas gestadas por distintos autores para la ocasión. Obras originales que se venderán en el espacio ‘Mini-art shop’ y que además de aportar algunos recursos para los gastos de mantenimiento del espacio, tienen por objetivo demostrar que no siempre adquirir arte es tan prohibitivo como muchos piensan. Esta idea servirá para demostrar que otras propuestas son posibles en un mercado -el del regalo turístico- que peca de falta de imaginación.
Por supuesto, la propuesta firmada por la Asociación Tolmo incluye todo tipo de actividades culturales, incluidas las didácticas concertadas con los centros escolares.
no queda nada de 2007. Al margen de esta iniciativa ya convertida en realidad, no deja de pensar Paco Rojas en la paradoja que supone que, al final, sea este colectivo quien se haya hecho con un espacio sobre el que se firmó un protocolo acordado -en marzo de 2007- con la Junta de Comunidades, y que establecía una financiación al cincuenta por ciento de las actividades anuales. La idea rubricada era que la administración regional aportaría 60.000 euros, cantidad que Tolmo se encargaría de igualar. Pues bien, las condiciones han cambiado y mucho, pero no los fines, razón por la que Rojas ha seguido adelante a pesar de los muchos inconvenientes, molestias y modificaciones varias.
Sin embargo, tan sólo recordar la propuesta gestada para optar a esta adjudicación para darse cuenta de que lo acordado en su día con la administración regional nada tiene que ver con lo alcanzado. Porque en el pliego de la convocatoria se contemplaba un canon de 10.000 euros anuales, a los que hay que añadir los gastos de 9.000 euros en mejoras de obras de adaptación, y una donación de obras de arte valoradas en 60.000 euros. Asuntos importantes que varían los métodos de actuación pero, apreció Rojas, «nunca los objetivos». Porque este creador toledano no ha parado hasta dotar a la ciudad de un espacio atractivo «abierto a la colaboración de colectivos y entidades culturales».