El cultivo de marihuana se ha extendido a muchos municipios de la provincia a tenor de las abundantes intervenciones de la Guardia Civil para desbaratar plantaciones más o menos grandes. La Policía Local de Yeles había protagonizado en estos últimos años incautaciones menores, pero ahora ha descubierto una casa con 800 plantas y cuatro kilos de drogas, además de abundante material para la elaboración de los estupefacientes. La semana pasada, los agentes entregaron las diligencias en el juzgado con dos identificados, según detallaron a este diario desde este cuerpo de seguridad, aunque la operación sigue abierta.

La Policía Local fue advertida por el dueño de una casa localizada en la urbanización Los Cisneros de que había ocupas en el chalé. Los agentes llegaron y vieron huir a dos individuos que dejaron la puerta abierta; entonces, comprobaron la envergadura del vivero y laboratorio de marihuana.

El descubrimiento ocurrió en el mes de septiembre, y durante este tiempo, los agentes han preparado las diligencias judiciales, que incluyen la identificación de dos individuos que están siendo investigados. Ninguno de ellos figura como vecino de Yeles, una localidad de unos 5.000 habitantes de la comarca de La Sagra, pero huyeron presuntamente del inmueble al detectar la presencia de la Policía Local.

La incautación destaca por la cantidad de droga y por el abundante material para la elaboración. Como dato, los utensilios están valorados en unos 20.000 euros. Por ejemplo, han sido intervenidos 16 equipos de aire acondicionado destinados a la refrigeración de la vivienda.

«No me gusta que haya esto en el pueblo, pero estoy contenta por poder detectarlo y tenerlo controlado», explicó a este diario la alcaldesa, María José Ruiz, quien se mostró muy satisfecha con el trabajo diario de la Policía Local. En este sentido, consideró que la operación puede suponer «una medida disuasoria» que evite más casos de cultivo de marihuana.

Al respecto, días después y también en septiembre, la Guardia Civil y la Policía Local hallaron un laboratorio más modesto en una casa del casco urbano cuando iban a ser desalojados unos ocupas.